El empresario Pablo Martorell, dueño de la contratista Nylyumar, sufrió el tercer atentado en lo que va del año y el segundo en una semana en La Araucanía. Ayer y a plena luz del día, 15 de sus trabajadores fueron intimidados con armas de fuego por encapuchados que luego rociaron con acelerantes y prendieron dos máquinas forestales y una camioneta de su propiedad, dejando pérdidas por $358 millones. También incendiaron un camión grúa de la empresa Transportes Cuéllar, además de dos camiones y un furgón.
"Decían que la tierra era de ellos, que nosotros trabajamos para Mininco, que ésta es su tierra y tenemos que irnos", relató uno de los operarios que por temor a represalias no quiso entregar su identidad. El hecho se registró pasadas las 15 horas en el predio Tronicura en Angol. Un trabajador resultó lesionado por golpes de pie.
"Le digo a la Presidenta que se ponga las polleras porque ¿qué quiere ella? ¿Que haya una guerra civil o que nos empecemos a armar? ¿Que tenga una pistola en mi guantera para defenderme?", declaró el jefe de mantención de la faena.
Según observaron testigos, un total de 12 sujetos armados ingresó al predio de Forestal Mininco. Tras el atentado abandonaron un afiche y dejaron rayados alusivos a la causa mapuche.
"Basta de persecución política... Libertad Presos Políticos Mapuche (…) Wente Winkul Mapu Resiste", decía el escrito.
Los encapuchados utilizaron dos vehículos de la empresa en los que subieron a los jefes de faena. "Son personas preparadas", dijo una de las víctimas que fue abandonada de camino. Los sujetos huyeron hasta ser interceptados por una patrulla de Carabineros que inicio una persecución que terminó con camionetas volcadas.
Pese al fuerte impacto, los hechores -algunos de ellos heridos- escaparon a pie consiguiendo evitar la acción de la policía. Al sitio del suceso concurrió el fiscal Nelson Moreno.
Descargos
"Si esto no es terrorismo, no sé que es, estos grupos saben perfectamente donde están trabajando los contratistas, y nos van a seguir atacando, por que les sale gratis". Fueron los descargos de Pablo Martorell tras el nuevo atentado contra su empresa. La semana pasada perdió $730 millones en cuatro máquinas en Lautaro y en enero un atentado dejó cerca de $800 millones de pérdidas en Contulmo.
"El intendente y el Gobierno siguen con el falso discurso de que esto es delincuencia común, y lo enfrentan como tal, y obviamente así no se puede detener esto. Se seguirá dañando esta actividad productiva tan importante para Chile, que genera mucho trabajo a gente que es bien remunerada", criticó.
El empresario explica en base a sus malas experiencias que es complejo trabajar en la zona que comprende La Araucanía y parte del Biobío y Los Ríos. A su juicio, las faenas necesitan "protección de gente especializada en combatir esta actividad terrorista, ya ni las Fuerzas Especiales pueden parar esto, se está generando un Estado dentro del Estado de Chile", finalizó.
"Estos grupos saben perfectamente dónde están trabajando los contratistas y nos van a seguir atacando".
Pablo Martorell,, contratista afectado