Frases
"Puse la radio y supe del accidente y luego supe que allí estaba mi hijo".
Teresa Campos, — madre de Patricio Porma, una de las víctimas del accidente en Carahue
"Hay que reactivar la doble vía hasta Carahue".
Ricardo Herrera Floody,
"Puse la radio y supe del accidente y luego supe que allí estaba mi hijo".
Teresa Campos, — madre de Patricio Porma, una de las víctimas del accidente en Carahue
"Hay que reactivar la doble vía hasta Carahue".
Ricardo Herrera Floody,
Aunque se trata de un proceso que ha venido siendo cuestionado por diversas razones, puede ser un espacio propicio para que la comunidad se involucre en el diálogo sobre los principios y valores constitucionales, los derechos y deberes de las personas y las instituciones políticas a cargo de la conducción del Gobierno y la administración del Estado, y se arribe a conclusiones que expresen, desde nuestra diversidad, los intereses compartidos, aquello que es común y nos identifica a todos y todas. Se trata de un ejercicio de diálogo en torno al bien común que puede educarnos en términos cívicos y generar encuentros, como modo de construir nuestra convivencia desde el respeto y la paz, en momentos en que asistimos a preocupantes manifestaciones de violencia en distintos ámbitos de la vida nacional.
Hay aquí un camino de esperanza. Y por eso quisiera llamar a los católicos y la ciudadanía en general, a participar de manera informada y responsable en este proceso. La Iglesia, en cumplimiento de su misión, a lo largo de su historia ha promovido el compromiso de laicos y laicas en la vida social y política como parte de su vocación de creyentes y seguidores de Jesucristo. Y puede aportar a este diálogo la riqueza de los valores y principios de su Enseñanza Social, que brotan desde el Evangelio, como la dignidad humana, el bien común, la justicia social, la solidaridad y subsidiaridad del Estado, el destino universal de los bienes y su concepción de desarrollo humano integral, en que la economía está al servicio de las personas.
Desde nuestra querida Región de La Araucanía, y sus grandes desafíos, el proceso constituyente puede ser una oportunidad para expresar con fuerza nuestro interés en avanzar hacia una forma de organización del país más descentralizada, que permita el desarrollo armónico y justo de todas sus regiones, comunidades y territorios, desde sus propias características, respetando su riqueza y diversidad.
Es cierto que los resultados de este diálogo constitucional no son vinculantes, pero en la medida en que se dé un proceso de amplia y seria participación, las autoridades estarán más dispuestas a recoger las inquietudes ciudadanas.
Por ello, reitero la invitación a participar en el proceso constituyente. Un país que se levanta de todo tipo de calamidades, también es capaz de vencer el engaño, la violencia y el miedo con verdad, justicia y paz. Invitamos a todas las personas a dar lo mejor de sí para hacer de Chile una sociedad más humana, más justa y fraterna.
Héctor Vargas Bastidas, obispo de Temuco
Diversas diligencias realiza la policía para esclarecer la muerte de un trabajador de 32 años, quien fue hallado sin su pierna de derecha y diversas contusiones. El trabajador desapareció desde su casa en General López hace cuatro días y fue hallado en las cercanías de Vilcún. Su familia había presentado denuncia en Carabineros.
"Tenemos fe en que esto saldrá adelante, confiamos en Dios y en la justicia", fueron las escuetas palabras que ayer dijo María Hadler, madre de Carlos Alberto Ahuile, al referirse a la millonaria indemnización que el Departamento de Salud de Valdivia le deberá pagar por la muerte de su hijo asesinado en la ciudad del Calle Calle.
Un peritaje que está en manos del Ministerio Público revela que en el departamento donde fue asesinada la sicóloga Erica Hagan fue hallado otro perfil genético, el que corresponde a una funcionaria de la Policía de Investigaciones que trabajó en el sitio del suceso. El antecedente fue informado ante el Juzgado de Garantía.
La violencia en La Araucanía llega a niveles lamentables, insospechados y preocupantes. El incendio de carácter intencional, según los antecedentes preliminares, en el Seminario San Fidel de Padre Las Casas, no hace más que reafirmar una realidad peligrosa, la cual, sino se enfrenta con urgencia y habilidad, puede seguir agudizándose.
Es cierto que la principal responsabilidad para detener esta escalada de violencia la tiene la autoridad, central en este caso -ya que es ella finalmente quien resuelve las políticas y los pasos a seguir-, pero también hay responsabilidad de otros actores, como las policías, los encargados de impartir justicia y los líderes locales, quienes deben asumir un rol más determinante en este escenario de inseguridad.
El obispo de la Iglesia Católica en Temuco, Héctor Vargas, puso en duda hace algunos días el real interés del Gobierno por lo que sucede en nuestra Región, y el pasado viernes el obispo de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier, validó esas dudas, asegurando que la solución para enfrentar esto es que "nos juntemos todos, cada uno en su instancia, para resolver el problema de fondo que existe en nuestra Región".
En un Estado de Derecho como el nuestro, que se rige por un sistema de leyes e instituciones ordenado en torno de una constitución, la cual es el fundamento jurídico de las autoridades y funcionarios, debe caer todo el peso de la ley sobre quienes están detrás de actos violentistas, como ataque al Seminario San Fidel de Padre Las Casas, sin embargo, hay un tema de fondo que requiere un involucramiento sincero y eficiente de la autoridad, el cual aún es tibio y sin mayores resultados. El obispo Stegmeier sintetizó esta deuda del mundo político tras el incendio del viernes: "Hay situaciones con el pueblo mapuche que no se han enfrentado como corresponde y tampoco han habido soluciones eficaces".
Ya es hora, y así lo exigimos los habitantes de La Araucanía, que se prioricen soluciones de fondo a este conflicto, dejando de lado los cálculos electorales, las conveniencias personales y la negligencia.
Así lo exigimos.