Impulsan la cultura de venta y consumo del changle
COMERCIO RESPONSABLE. Cocineros, recolectores y actores sociales se unen para incentivar la venta de productos que nacen en tierra regional, como este hongo comestible. REFORESTACIÓN. Mañana la fundación que creó la idea sobrevolará el lugar.
Hoy se vive el otoño, la estación del año ideal en La Araucanía y la zona sur del país para la recolección y venta del changle o chandi, un hongo comestible que ayer mostró toda su gama gastronómica con una feria en el Museo Regional de Temuco.
Este producto de tonalidad amarillenta y forma de rama, es característico de bosques cordilleranos, y por ende fruto presente en tierra regional, que abarca las regiones desde Maule hasta Los Lagos.
Su textura crujiente y de fácil digestión ofrece un sabor único cuando se prepara en una salsa agridulce para acompañar las carnes, en un calórico chupe de changle, simplemente como snack al consumirlo en conserva o incluso convertido en dulce para galletas o relleno de kuchen. Y esos fueron precisamente los productos ofrecidos durante la feria organizada por la agrupación Convivium Ikelén, representante en Temuco del movimiento gastronómico-cultural Slow Food.
"Slow Food (en español "comida lenta") tiene que ver con tomar el sentido de lo culinario desde lo cultural, es decir sentir y saber lo que comes. No comer porque necesitas comer solamente, todo lo contrario a la comida rápida", comentó Patricia Jara, líder de Ikelén.
Fue bajo ese marco que cerca de 200 personas disfrutaron un bocado de este peculiar ingrediente silvestre y, mientras saboreaban, conocieron la cultura de recolección del changle desde la boca de sus propios recolectores, como Luis Durand, un joven de 22 años y oriundo de Quepe, que se inició en esta actividad desde que tenía 17.
"El changle lo vamos a buscar en la zona cercana al pueblo que aún posee bosque nativo. Básicamente hay roble y hualle, y entremedio de eso también crecen matas de quila, que es donde crece el changle", indicó.
De la tierra a la mesa
El proceso de recolección del changle comienza en mayo, aunque este productor reconoce que esta temporada ha sido seca, especialmente a mediados de junio, que es cuando acaba el momento de provecho del producto.
"Recolectamos aproximadamente entre 5 a 7 kilos (en una jornada), pero como no somos grandes comerciantes ni nada de eso, ni tampoco nos dedicamos a eso, sólo lo hacemos como entretención y pasatiempo", indica el joven, quien vende el producto a $ 3.000 por kilogramo.
Como parte de este mercado del changle, estudiantes de la especialidad de Alimentación Colectiva del Centro Educacional Agroturístico Santa Cruz de Temuco se encargaron de cocinar el alimento y transformarlo en apetitosos bocados que encantaron por igual a los visitantes.
Ricardo Altamirano, chef instructor, comentó que coincidentemente su curso de 16 estudiantes está aprendiendo sobre cocina étnica, en la que también incluyen preparaciones con este ingrediente. "Lo bueno es que en innovación estamos creando distintos tipos de conserva. En este caso trajimos tres, que son un chatney (acompañamiento para carnes), una confitura con topinambur (para galletas dulces o relleno de masas) y en escabeche (como snack)", detalló.
Además destacó que se trata de un alimento rico en vitaminas B1 y B2, alto contenido en fibra y otros elementos esenciales como el hierro, zinc, potasio y calcio. "Lo bueno es que no es con la consistencia del champiñón, entonces no se hace agua", dijo el experto.
Y en cuanto a sabor no se quedó atrás. El público presente en la feria sólo dedicó elogios a las preparaciones, como Jennifer Puglisevic, quien hace un par de meses dijo haber probado por primera vez el changle y ya no se le puede quitar de la cabeza. "Es una oportunidad para difundir lo versátil del producto y lo sabroso que puede ser, sobre todo para nosotros de Santiago, que no sabemos nada de esto", comentó la capitalina.
La cercanía en la relación de productor-comprador, bajo el concepto de "comercio o mercado justo" es otro de los factores que el Convivium Ikelén pretende impulsar por medio de estas ferias, como lo destaca Eduardo Gallegos, director de la Asociación de Consumidores del Sur (CDS) que también integra Ikelén.
"Se trata de comer lo que se produce en la Región en el mismo lugar, por recolectores que venden su producto sin mucho intermediario, comida saludable, de manera de ser consumidores responsables, que se van a alimentar bien y, a la vez, favorecen el desarrollo local", explicó Gallegos.
Y como la idea es mostrar otros alimentos emblemáticos y exclusivos de la zona, como el digüeñe o el maqui, intentarán realizar nuevas jornadas, la próxima en invierno, presentando y cocinando un producto característico de La Araucanía para cada estación del año.
"Hay tantos productos de recoleccción, sobre todo en esta Región, que se pierde su conocimiento, se va perdiendo la práctica y el oficio asociado a él. Antes era muy común que las familias se abastecieran de la recolección. Hoy se pierde eso", indicó la representante de Convivium Ikelén, Patricia Jara.
"Slow Food tiene que ver con tomar el sentido de lo culinario desde lo cultural, es decir sentir y saber lo que comes. No comer porque necesitas comer solamente, todo lo contrario a la comida rápida".
Patricia Jara,, líder del grupo Convivium Ikelén
"El changle lo vamos a buscar a la zona cercana al pueblo (de Quepe) que aún posee bosque nativo. Básicamente hay roble y hualle, y entremedio de eso también crecen matas de quila, que es donde crece el changle".
Luis Durand,, recolector de 22 años del hongo
"Recomiendo tratar de ocuparlo lo más crudo posible, incluir en la dieta su vitamina y fibra".
Ricardo Altamirano,, chef de establecimiento, educacional Santa Cruz
"Una oportunidad para difundir lo versátil del producto y lo sabroso que puede ser, sobre todo para nosotros de Santiago".
Jennifer Puglisevic,, santiaguina
"Podríamos compararlo con los champiñones, pero igual tiene un sabor particular. Es inexplicable".
Lorena Cea,, visitante de Pitrufquén
"Trabajo en el área forestal, tengo mucho acceso al changle, sé en qué área se consigue y este año compré varios kilos".
Gabriel Arriagada,, temuquense
Sembrarán piñones en China Muerta desde un helicóptero
Una fundación ecológica quiso integrarse a los trabajos de reforestación para la Reserva Nacional China Muerta, la que fue dañada por un incendio entre marzo y abril de 2015, y ayudará a sembrar semillas de piñón en la zona afectada.
Lo particular de esta idea es que lo hará repartiendo una suma de 300 kilos del fruto en un área de 120 hectáreas. Todo desde la altura, en un helicóptero.
La idea nació de Fundación Revivamos China Muerta, creada en junio de 2015, a dos meses de que se diera por controlado el siniestro en el bosque nativo de araucarias. Su presidente, Rogelio Cox, dijo que el impacto por el avance del fuego en la zona natural los obligó a actuar. "Vimos qué otra alternativa teníamos de sembrar y nuestra propuesta era sembrar 120 hectáreas, que son más o menos 300 canchas de fútbol. La segunda meta era hacerlo antes del 30 de julio", contó.
Tras una serie de gestiones, recibieron el aporte gratuito de Helicópteros Pacífico para ejecutar el periplo.
La Fundación China Muerta coordinó este plan con la Corporación Nacional Forestal (Conaf), principal organismo preocupado de la restauración ecológica en el territorio quemado, quienes aportarán con todo el conocimiento necesario para actuar sobre suelo siniestrado.
"Se han visto experiencias de siembras aéreas, por lo cual lo teníamos previsto para más adelante, hasta que esta fundación se nos acercó", contó David Jouannet, director regional de Conaf, quien corroboró que se realizará la ayuda.
Apoyo
Rogelio Cox, integrante del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) en Temuco, quiso mezclar el aspecto social de esta iniciativa con el aspecto educacional, por lo que se decidieron a incluir al proceso a niños y jóvenes de zonas cercanas a la reserva.
Es así como a la campaña se adhirieron 10 establecimientos educacionales: la escuela La Dehesa, en la comuna de Cunco, y las escuelas Malleco, Volcán Llaima, San Gabriel, Cuncumllaque, Caren y Fundo Malleco, más el colegio Adenauer, el lice Los Andes y el jardín infantil Pehuén, todos en la comuna de Melipeuco.
Para triangular correctamente las zonas donde intervendrán con la repartición aérea de los piñones, mañana lunes sobrevolarán la zona junto con Conaf para conocer el lugar.
Pero la idea no termina ahí, según explicó el presidente de la fundación. "La otra etapa es que cuando la siembra culmine, llevemos a los niños que participaron en esto, que irán a ser unos 800, a la Reserva, referenciarlos con GPS y entregarle a cada uno una plaquita con las coordenadas del árbol. Ese árbol va a ser suyo", contó.
Rogelio Cox invitó a los habitantes de La Araucanía a que, si quiere aportar, lo haga sólo con piñones correspondientes a araucarias de la zona, para luego entregarlas a los establecimientos adheridos a la campaña.