El Austral
La pérdida del bosque nativo en Chile es una realidad que sigue muy presente y que se ha evidenciado de manera continua en una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo. Es la voz de alerta que revela un reciente estudio liderado por investigadores de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera y que expone científicamente que éste ha disminuido en un 19% en los últimos 40 años.
Se trata de los resultados de una investigación publicada recientemente en la revista científica Regional Environmental Change y que analizó nueve estudios que tuvieron como foco la zona comprendida entre las regiones de Valparaíso y Los Lagos, la con mayor riqueza de bosques en Chile y donde se ubica uno de los 35 "hotspot" de biodiversidad del mundo, entendiendo así las zonas donde se concentra un mínimo de 1.500 especies de plantas endémicas, una alta proporción de fauna y en donde el hábitat original ha sido fuertemente impactado por las acciones del hombre.
ANÁLISIS
Según explicaron los investigadores del Laboratorio de Ecología del Paisaje del Departamento de Ciencias Forestales, Adison Altamirano y Alejandro Miranda, se realizó una revisión completa de los diferentes estudios que informaban sobre cambios en el uso y cobertura del suelo, que en conjunto abarcaron el 36,5% del área de estudio. Los resultados son reveladores: la pérdida reportada es del 19% de bosque nativo, 782.120 hectáreas, en el periodo comprendido entre 1973 y 2011.
Pero ¿cómo se ha ido perdiendo el bosque nativo? El equipo de investigadores, integrado también por Antonio Lara de la Universidad Austral de Chile y del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, concluye que la pérdida neta más alta de bosque se produjo entre 1970 y 1990, descendió en el periodo de 1990 y 2000, para incrementarse entre 2000 y 2010. Sin embargo, advierten, no hay una diferencia significativa entre las tasas de deforestación en dichos periodos, revelando que la pérdida ha sido continua.
Los resultados evidencian que el bosque nativo que se ha perdido se ha transformado fundamentalmente en matorrales y arbustos (cerca del 45%), en plantaciones forestales y en terrenos agrícolas.
Impacto
Para los investigadores es relevante lo que muestra el estudio, ya que respalda, a partir de la revisión realizada, que sí se ha ido perdiendo bosque nativo. "Observamos que cada cierto tiempo aparecía información de que los bosques nativos estaban aumentado en Chile. Había una voz pública que decía algo que era contrario a lo que veíamos en términos de evidencia científica", comentó Adison Altamirano sobre cómo surgió el interés en abordar el tema, que ya cuenta con un estudio previo centrado en la situación en la Región de La Araucanía, que revela un patrón similar.
Así, agregó Alejandro Miranda, comenzaron con la revisión y se encontraron con una serie de artículos concentrados entre las regiones de Valparaíso y de Los Lagos, y aunque el hotspot es más amplio, esa zona es la de mayor intensidad de uso de suelo. Finalmente, se concentraron en nueve artículos, que en total cubren 13 áreas de estudio diferentes.
Los autores plantean que la tasa de deforestación sigue siendo alta, por lo tanto, la pérdida de bosque nativo no es un problema que haya quedado atrás.
"Sigue ocurriendo deforestación, incluso en el periodo más actual es mayor que en el anterior, igualmente se confirma que en el primer periodo ocurrió la mayor pérdida neta, pero el último (2000-2010) sigue siendo mayor que el anterior", agregó Altamirano.
"Si bien la pérdida global es del paso de bosque a matorral, éstos se concentran principalmente en los extremos del área de estudio, en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, y en Los Lagos; mientras que entre El Maule y Los Ríos, a excepción de La Araucanía en la depresión intermedia, la pérdida es por las plantaciones forestales,", detalló Miranda.
¿QUÉ HACER?
Frente a ello, y entre las conclusiones expresadas en el estudio, los autores plantean que es fundamental diseñar una nueva política forestal para asegurar la conservación de uno de los hotspot de biodiversidad del mundo.
Asimismo, sostienen que es necesario reconocer que existe evidencia de mayor pérdida de bosque que de ganancia, y frente a la falta de certeza de las tendencias temporales del bosque, se requiere establecer un sistema de monitoreo objetivo, con evaluaciones continuas, de alta calidad, además de nutrir de recursos a la Conaf para contar con un buen mecanismo de fiscalización.
A ello se suma la necesidad de una planificación de las cuencas, que las haga más eficientes en términos económicos y también sociales, reconociendo que no se puede monopolizar el uso de suelo en ellas y que, de alguna manera, resguarde la provisión de bienes y servicios para las personas.
nativo en Chile
"Sigue ocurriendo deforestación, incluso en el periodo más actual es mayor que en el anterior".
Adison Altamirano,, investigador"