Nicole Otazo C.
El gobierno estadounidense dio a conocer ayer las medidas consideradas en las nuevas órdenes ejecutivas del Presidente Donald Trump en materia de control migratorio, las que fueron interpretadas como cambios de fondo a cómo operan las distintas agencias del Estado a cargo del control de las fronteras.
El Departamento de Seguridad Interior reveló una serie de documentos en los que establece, entre otras medidas, la contratación de 10 mil nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y 5 mil más de la Oficina de Aduanas y Fronteras. La Casa Blanca quiere darle mayor capacidad legal a los agentes migratorios federales, aunque este esfuerzo incluye facilitar que agentes estatales o locales (de los condados) puedan sumarse a las labores de control.
"El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad", se puede leer en los documentos. El portavoz presidencial, Sean Spicer, dijo que el objetivo "es dar más autoridad a la agencia federal para hacer cumplir leyes migratorias. Todo el mundo que está aquí ilegalmente puede ser deportado en cualquier momento".
Endurecimiento
Los memorandos del Departamento de Seguridad Interior indican que el grupo prioritario son todos los inmigrantes sin autorización que hayan cometido cualquier delito. Explican que se perseguirá a todos los inmigrantes indocumentados que tengan cargos criminales violentos, aquellos que hayan "abusado" de beneficios públicos y los que, "a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional". La nueva política también expande las capacidades de los agentes para proceder con deportaciones más expeditas. Para facilitar todo esto, el gobierno considera ampliar el número de centros de detención.
Dreamers
Los jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños (conocidos como dreamers) no se verán afectados por las nuevas medidas, siempre y cuándo no cometan delitos. Hasta la fecha, el denominado Programa de Acción Diferida (DACA), vigente desde 2012, ha permitido frenar la deportación de 750 mil jóvenes. Durante el gobierno de Barack Obama, no se podía deportar a los inmigrantes por violaciones menores de la ley. El Departamento de Seguridad Interior aseguró que "ya no eximirá a clases o categorías" de extranjeros indocumentados de "una potencial aplicación de la ley", es decir, de una deportación.
Otro de los puntos es poner en marcha una antigua pero desconocida norma legal por la cual EE.UU. puede deportar a México inmigrantes detenidos mientras cruzaban la frontera, independientemente de su nacionalidad. Esto es especialmente aplicable para el caso de inmigrantes centroamericanos.
Temores
"La fiel ejecución de nuestras leyes de inmigración se logra mejor mediante la utilización de estas autorizaciones estatutarias en su grado máximo posible", escribió John Kelly, el secretario de Seguridad Interior, en uno de los memos, según informó el diario The New York Times. Ese diario agregó que "el alcance de este cambio no se conoce aún completamente. Defensores de los inmigrantes advirtieron que las nuevas directrices para el control de fronteras crearían una atmósfera de miedo que probablemente hará que aquellos que están en el país de forma ilegal se adentren más en las sombras".
Rechazo a ataques a centros judíos
Tras la visita de ayer al Museo Nacional de Historia Afroamericana y Cultura, Donald Trump, Presidente de EE.UU., denunció como "horrible" y "dolorosa" las amenazas que recibieron distintos centro de judíos en Estados Unidos el lunes. Además, dijo que es necesario "luchar contra la intolerancia y el odio en todas sus forma" y que estas "acciones son inaceptables". Los centros recibieron llamadas telefónicas con amenazas de bomba, las que fueron descartadas y trabajan con normalidad.