Candidata demagoga
En el día de ayer la todavía precandidata, si es que no la bajaron ya, Gloria Naveillan, señaló que los conceptos "ignorancia preocupante", "abusos del Estado", "racismo y clasismo" utilizados por una lamngen de Enama eran habituales en los discursos de personas que promueven ideas de izquierdas, como no refutó que yo le dijera que "tiene un discurso prejuicio y odioso", asumo, que tácitamente lo acepta. Honestamente, no sé si la todavía pre candidata Naveillán será racista o clasista en su vida privada, pero sí es populista y demagoga en su vida pública.
Jaime Guzmán, escribía en su libro "Escritos Personales", que la demagogia "consistía en mostrar una sola cara de la moneda frente a los diversos problemas nacionales. La demagogia escoge siempre la cara que resulte más grata al interlocutor y esconde la otra, de modo que proyecta una media verdad, que es siempre una forma de mentira".
Y es justamente eso lo que ha hecho de forma sistemática la todavía pre candidata Naveillán: mostrar solo una parte de la verdad, vociferando consignas ciegas y huecas, que solo disfrazan pequeñas ambiciones personales, que a la larga solo polarizan nuestra ya delicada convivencia regional.
Entiendo que Naveillán lleve solo 10 años en la Región, y que quizás desconozca la historia regional, pero esas no son las formas de alcanzar la paz. Habrá que preguntarle al ex presidente Regional de la UDI, Henry Leal, y al actual presidente, Ricardo Barría, que llevan años trabajado con comunidades y personas mapuches de buena forma, si comparten la odiosidad y demagogia de su correligionaria, o por el contrario están por construir una Araucanía para todos y en paz.
Venancio Coñuepan Mesias, director Ejecutivo Fundación Chile Intercultural
Villa a oscuras
Junto con saludarlo, me permito dirigirme a usted con la finalidad señalar que en la nueva Villa Pulmahue XIV de Padre Las Casas hace seis noches que estamos sin alumbrado público, con el consiguiente riesgo que en materias de seguridad ello significa para los habitantes.
Como en Padre Las Casas el mantenimiento y reposición de este servicio está a cargo de la municipalidad, el suscrito y numerosos vecinos han recurrido a esta entidad personalmente, mediante llamadas telefónicas y correos, sin embargo, hasta este momento la respuesta es nula y sin motivo alguno el municipio se niega a dar solución a ese escollo. Acá viven alrededor de 400 familias que día a día se ven afectadas por este problema. El alcalde y su administración se niegan a dar soluciones.
Freddy Fernández
El retorno de la pilgua
Con distintas reacciones se comienza a restringir la entrega de bolsas plásticas en Temuco, un tema hoy novedoso, pero ya implementado por comunas vecinas como Pucón y algo zanjado hace años en Europa. Hace algunas décadas el retail y su modelo de negocios llegaba a Chile para cambiar para siempre la forma de consumir, y de paso trajeron las bolsas plásticas por miles y "gratis". Muchos, y me incluyo, por años nunca gastamos un peso en bolsas para basura, total con la compra en el supermercado se resolvía también la forma de botar de nuestros desechos. Pero el tiempo nuevamente le da la razón a los más viejos que ven en lo antiguo lo bueno, y es así que este cambio nos llevará de vuelta a la "pilgua" y a la bolsa del pan, esa que nuestras madres y abuelas bordaban con cariño para que destacara en el almacén de la esquina donde el pan para la once se dejaba encargado. Hoy nuestras "pilguas" y bolsas del pan se llaman "bolsa ecológica", pero es lo mismo, son de un material noble aunque, dudando de su durabilidad, por las que he utilizado, al menos son amigables con el entorno que es lo que buscamos. Es de esperar que esto siga y así como volvimos a las bolsas de casa, también dejemos el plástico para volver al vidrio. Todo por el medioambiente, aparte que nadie negará que la bebida en botella de vidrio es más rica que en plástico.
Ricardo Águila L.
Economía populista
No hay que ser un experto en economía para darse cuenta que las reformas y nuevas propuestas populistas, como la reducción de la jornada laboral con igual sueldo, hace encarecer el costo de vida de toda la sociedad. Lo anterior y propuestas de subsidios, gratuidades y otros, lo terminan pagando todos los ciudadanos, porque no existe una varita mágica que haga aparecer bienes. Proponer una disminución de la jornada laboral sin rebaja de los sueldos respectivos, es una irresponsabilidad legislativa populista, de conveniencia en época de elecciones, porque les será difícil a los candidatos rechazarla. Hay que tener confianza en la madurez del pueblo, que hace tiempo dejó de engañarse con voladores de luces y cuentas de vidrio, y cada vez más, se da cuenta que solo el esfuerzo es fecundo y que para protegerlo debe exigirse la fiscalización a legisladores y gobernantes para que trabajen para el bien común y no para los gobiernos de turno o para intereses partidistas en busca del poder.
Marcos Concha Valencia