No basta con la buena onda
Muy en buena onda quiero comentar la columna de Felipe Magofke titulada: "El gran valor de la buena onda". En ella el autor se refiere a la colaboración, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho. La esencia de los Derechos Humanos es que estos son inherentes a todos los seres humanos, es decir, no importa si sus titulares son pocos o muchos, Felipe parece relativizar lo anterior cuando señala que: "querer defender los DD.HH. para una porción reducida de La Araucanía a costa de los derechos de la gran mayoría de la población no contribuye para nada a la buena onda y colaboración". Por cierto, que uno de los principales deberes del Estado es dar protección a la población y en eso ha fallado con las familias que han sido víctimas de los atentados, pero esa defensa no puede ser a costa de violentar los DD.HH. de la minoría a la cual alude el autor. Una minoría que tuvo que soportar la expoliación de sus tierras, el desplazamiento de sus familias, incendios, robos de ganado y platería, marcaciones a piel viva, asesinatos por doquier y la incorporación por la fuerza a un Estado que hasta el día de hoy no nos reconoce.
Por otro lado, Felipe agrega que: "El que un grupo se adjudique públicamente los atentados terroristas en la zona y nadie haga nada al respecto muestra que el Estado de Derecho hoy no funciona en nuestra Región". Aquí no puedo estar más en desacuerdo con él, la existencia de un Estado de Derecho no se manifiesta en la ausencia de hechos violentos. Por el contrario, como bien escribió Carlos Peña hace unas semanas "la vigencia de Estado de Derecho no se mide simplemente por la capacidad del Estado de imponer el orden a través de la coacción, sino por la voluntad del Estado de administrar la fuerza, que monopoliza, con religiosa sujeción a las reglas y estricto respeto a los derechos de los ciudadanos". Y esto ocurre cada vez que existe un atentado, las autoridades o particulares interponen querellas penales, el Ministerio Público investiga, los imputados se defienden y los jueces fallan, y el hecho que existan sentencias absolutorias no implica la ausencia del Estado de Derecho, al contrario, es una manifestación de su propia vigencia.
Concuerdo con Felipe en que la colaboración es clave para el progreso y la convivencia de las naciones, pero para que esta colaboración surja efecto debe estar cimentada en el reconocimiento de nuestra otredad, tu colaboras con otro no contigo mismo, solo una colaboración libre y espontánea nos puede llevar a la paz.
Venancio Coñuepan, director Ejecutivo Fundación Chile Intercultural
La letra chica de la Ley
En octubre pasado se anunció con bombos y platillos que por ley los alcaldes y concejales recibirán 0.04 UF por voto obtenido. Muchos se entusiasmaron. Llevamos casi 6 meses de las elecciones y ningún alcalde ni concejal ha recibido peso alguno. La razón: la letra chica de la ley.René Araneda
Sed de venganza
Un número no menor de oficiales y suboficiales en retiro de diferentes instituciones está siendo procesado como cómplices o encubridores, por el sólo hecho de haber estado en el regimiento el día que desapareció un detenido o donde se fusilaron a supuestos terroristas.
Estos uniformados con menos de 25 años de edad en la fecha de los hechos, jamás participaron ni tangencialmente en los actos y otros, sólo por casualidad presenciaron los fusilamientos, dando por sentado y no dudando, que eran producto del resultado de un Consejo de Guerra, como posteriormente se les informó oficialmente a ellos y la opinión pública (yo soy uno de los casos). Para ser fieles a la verdad, es de esperar que los jueces tengan la fortaleza moral y profesional para no dejarse presionar ni amedrentar por algunas organizaciones de Derechos Humanos, que sólo los motiva la sed de venganza y por sobre todo, las millonarias indemnizaciones que recibirán injustamente del Estado. Es comprensible que nadie por temor a ser agredido físicamente, se atreve a ser testigo de un militar, como también algunos medios de comunicación no denuncian estas injusticias por temor a ser afectados por actos terrorista.
Jaime Ojeda Torrent
Trabajo mal hecho
Le quiero contar que en mi antejardín hay un hoyo de 1 metro cuadrado y 60 cm. de profundidad, dejado por la empresa Aguas Araucanía, el cual ya cumplió 30 días sin ser reparado, a pesar de 3 reclamos interpuestos por el suscrito.
El hoyo se originó en la reparación de una filtración de una matriz de la empresa, denunciada por el suscrito, reparación que se efectuó, no así la reposición del material y pasto.
Con esta denuncia pretendo dar a conocer la irresponsabilidad de la empresa, a pesar de que el suscrito les previno oportunamente de un mal mayor y la pérdida del recurso agua.
Orlando Andrade V.