Ufro: 200 estudiantes estaban en clases cuando estalló el cajero
EL DÍA DESPUÉS DEL ROBO. La Ufro y la PDI detallaron el actuar de la banda, que calificaron como "muy profesional". Alumnos llaman a reforzar seguridad en la casa de estudios.
La banda que robó un cajero automático desde el interior del campus Andrés Bello de la Universidad de La Frontera, en Temuco, no solo se llevó como botín un monto estimado en $50 millones de pesos, sino que además, desató pánico en los 200 estudiantes que estaban en clases, a esa misma hora, en el mismo pabellón donde estalló el dispensador.
Como evidencia de ello están los videos de decenas de estudiantes que tomaron su celular y registraron los instantes de incertidumbre y temor, que luego se transformaron en incredulidad y gran expectación, cuando quedó claro que lo ocurrido era un robo al cajero automático ubicado a metros de las salas de clases.
Los testimonios audiovisuales fueron subidos de inmediato a redes sociales y luego fueron reproducidos por canales de televisión, tanto locales como nacionales. De entre todos esos, el más viralizado fue el de un estudiante que grabó el momento exacto de la explosión y luego huyó despavorido, con celular en mano y sin dejar de grabar.
Testimonio viral
Se trata de Matías Peña, estudiante de primer año de la carrera de Ingeniería Comercial de la Ufro, quien vivió la situación extrema a menos de tres meses de haber entrado a la universidad.
"Yo estaba en clases, en Contabilidad. El profe dio un breake de diez minutos y yo fui a comprarme algo. Iba bajando y ahí subieron compañeros gritando que estaban robando. Yo dije "¿cómo van a estar robando?" y me puse a grabar, por si pasaba algo realmente. De repente, cuando me asomo, veo una tremenda explosión. En ese momento quedé sin palabras, el pecho se me apretó. De ahí reaccioné y me puse a gritar, pero cuando ya iba corriendo, me desesperé", relata el joven de 18 años.
"En ese momento, no pensé que era un robo o algo así, pensé que era un atentado terrorista contra la universidad, pensé que iban a quemar todo (...) había visto el concierto de Ariana Grande, donde hubo una explosión (en Manchester, Inglaterra). Yo pensé que era algún bando del mismo tipo, me imaginé que después iba a subir la policía a avisarnos que no bajáramos, porque había muerto gente... al final era que habían entrado a robar el cajero de la U, pero en ese momento se me pasó mucho por la mente", reconoce el alumno oriundo de Pitrufquén.
"En la tele mostraron mi video y ni siquiera me preguntaron si quería que saliera mi cara (...) ahora me da risa, pero en el momento fue súper fuerte, pensé que me iba a morir", asegura.
Apenas se difundió la información y los videos del robo del cajero al interior del pasillo "D" de la Ufro, la comunidad regional en general reaccionó con una mezcla de conmoción e incredulidad, misma sensación que percibieron los estudiantes y las autoridades de la misma casa de estudios.
La incredulidad recae en que, según los datos que se manejan hasta el momento, el hecho da cuenta de una operación delictual de niveles cinematográficos, en especial, en lo relativo a la planificación logística.
El robo: paso a paso
De acuerdo a las declaración de testigos y lo que maneja la Policía de Investigaciones, a las 19.30 horas del martes, un Hyundai Santa Fe ingresa por el acceso habilitado por calle Candelaria hasta el campus Andrés Bello de la Ufro. Rápidamente, pero sin levantar sospechas, llega por la pista de circulación vehicular hasta el punto más cercano al pasillo "D".
Desde allí se bajan entre cinco y seis sujetos, -aparentemente armados- portando combos, dos cilindros con gas y una batería de automóvil, entre otras herramientas. Luego de ahuyentar a estudiantes y funcionarios que estaban en las cercanías del cajero, saturan por gas el artefacto, que finalmente explota.
Los delincuentes huyen tras tomar las gavetas del dispensador, que había sido cargado durante ese mismo día con $50 millones de pesos.
Corriendo por el mismo pasillo, los sujetos se suben al mismo vehículo color blanco y huyen, por calle Candelaria, hacia la avenida Francisco Salazar, donde lanzan miguelitos. "Según lo que nos relataron los funcionarios, todo el proceso no demoró más de cuatro minutos", declaró el vicerrector de Administración y Finanzas de la Ufro, Hernán Fuentes.
Una hora después, el jeep es encontrado por Carabineros en calle Huilliches, en el sector Las Quilas. Lo ocurrido después es lo que intenta averiguar la Brigada de Robos de la Policía de Investigaciones (Biro) de Temuco.
Sin embargo, se descubre que hay otros puntos intervenidos relacionados con el delito: dos árboles derribados. Uno, en calle Candelaria y otro en la avenida Las Encinas, frente a la Conaf, vías de circulación que fueron interrumpidas, aparentemente, de manera simultánea al atraco.
Fríamente calculado
"Ellos cortaron árboles en dos puntos de las inmediaciones de la Ufro, con la finalidad de obstaculizar la llegada de vehículos policiales. Eso fue momentos antes de la explosión, casi simultáneamente. Estas personas, en realidad, hicieron un trabajo bastante estudiado. Se nota que hay preparación y que esto no es un delito al azar", aseveró el jefe de la Biro de la PDI de Temuco, Pablo Maechel.
"Cuando uno ve que hay hechos simultáneos, como es la obstrucción de los accesos, y la precisión de los tiempos que ellos se dan para introducirse al campus, correr por los pasillos y actuar de la manera en que lo hicieron, demuestra que tenían una preparación alta para llevar a cabo un acto delictivo como el que cometieron", afirmó el vicerrector Fuentes.
La autoridad añadió que aunque están evaluando reforzar las medidas de seguridad, "cualquier protocolo podría ser pasado por alto cuando ocurre un hecho como éste".
"Hubo un funcionario, un auxiliar, del pabellón "D" a quien le mostraron un arma de fuego. Él sólo cuidó su vida, y así debe ser (...) ellos son funcionarios públicos y nos debemos a ellos", manifestó Fuentes, añadiendo que la Ufro cuenta con un alrededor de 100 guardias en sus dependencias.
Estudiantes
Felipe Pérez, estudiante de Sociología, opinó que lo ocurrido "es algo difícil de controlar y por eso, no pasa por la cantidad de guardias que se contrate". "Es malo, porque compromete la integridad de todos. Había gente a esa hora y eso es lo que más preocupó", apuntó.
En redes sociales, Matías Peña se convirtió en "meme" luego de que en el video pronunciara la frase "me quiero ir", cuando huía de la explosión.
"Creo que el hecho de que un cajero esté dentro o cerca de las salas, no es tan estratégico por las consecuencias que puede traer. Un claro ejemplo es lo que ocurrió", comentó.
"Ahora me da risa, pero en el momento fue súper shockeante. Pensé que me iba a morir".
Matías Peña,, estudiante de la Ufro"
"Estas personas hicieron un trabajo bastante estudiado. Se nota que hay preparación".
Pablo Maechel,, jefe de la Brigada de Robos PDI"
50 millones de pesos se habían recargado al cajero automático ubicado en el pasillo "D", en horas de la tarde del mismo día en que ocurrió el robo, según confirmó la Policía.
9 robos de cajeros automáticos ocurrieron en el año 2016 en Temuco, según la PDI, mediante método de saturación por gas y el "lazo". Los artefactos estaban en farmacias y supermercados.
2 árboles fueron derribados en calles aledañas al perímetro del campus Andrés Bello de la Ufro, para retrasar la respuesta de las patrullas policiales. También, lanzaron miguelitos.