Carolina Torres Moraga
De aquí a un año podría estar en el mercado nacional un revolucionario calefactor a chips de madera que no contamina y que resulta económicamente viable para el usuario.
Esta innovadora tecnología, de la que ya existe un prototipo, fue creada por el Centro de Sistemas de Ingeniería Kipus de la Universidad de Talca con el apoyo de la MacroFacultad de Ingeniería a la que pertenece la Universidad de La Frontera en asociación con empresas Amesti y el Instituto Alemán de Investigación en Biomasa (DBFZ) por sus siglas en alemán.
A partir de los altos niveles de contaminación que exhibe la zona centro sur del país y como parte de la iniciativa Fondef IdeA de Conicyt se comenzó a desarrollar esta iniciativa en base a chip como parte del proyecto "Desarrollo y optimización de equipos para la combustión de biomasa granular con bajas emisiones de uso domiciliario".
Los investigadores analizaron los chips de madera que son los pequeños trozos resultantes del proceso de corte y astillado de troncos, como una alternativa viable y más económica que el pellet para la calefacción. Según lo manifestado por el académico Carlos Torres, director del Centro de Sistemas de Ingeniería Kipus, en el chips como combustible se vio un alto potencial debido a que Chile produce excedentes de este producto, lo que también ocurre en países como Brasil, Colombia y Canadá.
"Nosotros nos embarcamos en este proyecto y desarrollamos una estufa en la cual logramos quemar en forma eficiente y compacta el chip. Ahora, las ventajas que tiene el chip es que el precio por unidad de energía es de 17 pesos por killowatt hora mientras que el precio de la leña es de 26 y el del pellet es de 40, por lo tanto es sustancialmente más barato quemar chips para efectos de la calefacción que quemar otro combustible", aseveró Torres al participar en el foro "Calefacción con Biomasa: Avances en Leña, Pellet y Chip" que se desarrolló en la Ufro.
PRÓXIMOS PASOS
Al mismo tiempo, el académico dejó en claro que los próximos pasos a seguir son "desarrollar el segundo prototipo a una escala ya muy cercana al mercado y lo que nos queda ahora es hacer un modelo comercial y junto con ello desarrollar uno o más proveedores que sean los que abastezcan de combustible a quienes usen el aparato", expresó.
Sobre los plazos para que el prototipo actual pueda llegar al mercado, Torres enfatizó que "en tiempos de desarrollo podría ser un año y ahora eso depende, al igual como sucedió con el pellet, que es necesario tener a los proveedores y al equipo al mismo tiempo. Su costo es similar al de una estufa a pellet, es decir, puede ir desde 400 mil pesos hasta un millón y medio", dijo.
A su juicio, "con las características de la estufa que hemos desarrollado, se busca cumplir el objetivo de que esta sea susceptible de reemplazar los equipos existentes actualmente, por una calefacción en base a chip que quema un combustible más barato que los demás y que también emite menos material contaminante", indicó el investigador.
Sobre las posibilidades de transformar en una realidad accesible al usuario temuquense este prototipo de calefactor, el director de MacroFacultad de Ingeniería, Cristian Bornhardt, señaló que el prototipo que se está desarrollando cumple con toda la normativa de emisiones.
La clave para el éxito también depende en gran medida del usuario. "Tenemos que tomar conciencia nosotros como usuarios que la mejor tecnología no sirve si es que la uso mal y si uso el combustible que no corresponde, entonces aquí hay un desarrollo que tiene que ir de la mano con concientización y enseñanza propiamente tal", precisó Bornhardt.
En tanto, Cristian de Amesti, representante del área de desarrollo, innovación y tecnología de la empresa Amesti, manifestó que como empresa se está evaluando la factibilidad de desarrollar este tipo de calefacción. "Esto es algo que está en desarrollo todavía, no hay una planificación concreta para instalar en el mercado un prototipo, pero sí se ve muy interesante y está en estudio", indicó.
Según advirtió las ventajas en materia de reducción de emisiones "es algo que no depende sólo del equipo propiamente tal sino que va a depender del usuario, la mantención de los equipos, la calidad del combustible, por lo que son cosas que escapan del fabricante del equipo. Por lo tanto, para que sea conveniente tiene que darse una situación en que todos los factores que influyen en una buena combustión estén alineados", concluyó.