Así como la sociedad avanza en valores y en esfuerzos por entregar seguridad y confianza a la comunidad, también la falta de escrúpulos, de valores y la franca delincuencia, se va aprovechando de los otrora bastiones de la misma sociedad, valores como el respeto, la solidaridad, la empatía y la conciencia sobre la situación ajena.

Hoy, estos valores son utilizados por los delincuentes e inescrupulosos, quienes se aprovechan de los pobladores, justamente, haciendo uso y abuso de estos valores. El dolor y la preocupación humana, la misma familia, son utilizadas para que estafadores, por ejemplo, saquen cuentas y operen escudados en los sentimientos de las personas. El uso de instituciones benéficas o de servicio público para pedir dinero, es una forma no poco frecuente de aprovecharse de la solidaridad de la sociedad.

De esta manera, con tristeza, vemos como hoy cada indigente que se acerca a una casa puede ser visto con desconfianza, como un potencial delincuente, en una realidad pasmosa, porque trastoca la buena voluntad y la empatía.

Esta lamentable realidad, sin duda, se transforma en una escalada de supresión de valores que termina perjudicando a quienes efectivamente necesitan de la aquella solidaridad, de la empatía y la comprensión. Por eso, bien valdría que sanciones a este tipo de conductas, llevaran también la carga de lo que significa el castigo por deteriorar la escala valórica social básica.

¿Llegará el momento en que nadie querrá tender una mano a los demás, pensando en que puede estar siendo engañado? ¿Qué nivel de desconfianza se debe alcanzar? Quizá una manera de detener esta escalada sea legislando con un interés especial a sancionar con mayor severidad el aprovechamiento de los valores básicos de nuestra sociedad para delinquir.

Pero no puede ser que aquellas cualidades que nos hacen más humanos, terminen siendo arrinconadas por la acción de delincuentes e inescrupulosos, que se valen de ellas para sus fines.

Entregan tres ambulancias para Cautín y Malleco

En una ceremonia realizada en el frontis de la Intendencia de La Araucanía, el ministro de Salud, general de Brigada del Aérea, Fernando Matthei, entregó 19 ambulancias de 23, las que serán utilizadas en los centros asistenciales provincia de Malleco y Cautín. A la ceremonia asistieron representantes del Gobierno.

Afirman que el Hospital de Temuco está colapsado

En su paso por Temuco, el presidente del Colegio Médico de Chile, Juan Luis Castro, en compañía del vicepresidente de la entidad, Pablo Rodríguez, afirmó que las autoridades han tratado de desvirtuar la crisis que vive el sistema de salud. Sostienen que el hospital no está en condiciones de resolver la alta demanda.

El Amor de Chile llega a Temuco en 5 camiones

En cinco camiones llegaron ayer a Temuco las primeras piezas de la obra "El Amor de Chile", la que fue presentada en el Expo Milán 2015, como el pabellón nacional, y que se quedará en la capital regional como un centro cultural que ocupará 20 mil metros cuadrados. Estará ubicado a los pies del Cerro Ñielol.

Hace varias semanas el mercado ya especulaba con una posible rebaja en la clasificación crediticia del país, finalmente se ha confirmado recientemente la noticia. La agencia internacional clasificadora de riesgos Standard and Poor´s (S&P), rebajó la nota del riesgo soberano de Chile pasando de "AA-" hasta "A+". Con esto, Chile cayó desde el grupo "Prime" (grupo de mayor calificación) hasta el segundo peldaño denominado "grado medio superior" en la clasificación Es la primera rebaja en la nota que recibe Chile en 25 años. ¿Qué significa esto y qué repercusiones tiene?

El Estado chileno ha emitido deuda (bonos soberanos) para conseguir financiamiento. Existen agencias internacionales que califican o clasifican el riesgo de crédito de las deudas que emiten los países, es decir, le ponen una nota, que generalmente consiste una o varias letras de una escala definida por la calificadora. Esta nota representa la probabilidad de impago de la deuda que tiene el país a juicio de la clasificadora, una alta nota indica bajo riesgo, es decir, que existe baja probabilidad de no pagar a los acreedores. En cambio una baja nota, indica que existe un mayor riesgo o probabilidad de que el país deudor no pueda cumplir con sus compromisos financieros.

La emisión de deuda no es el problema per se, sino la evolución y tamaño de la misma, y en ese sentido el nivel de deuda pública del país ha venido subiendo sostenidamente en el tiempo. Hoy Chile tiene una deuda superior al 20% del PIB, cuando por ejemplo en 2010 estaba en torno al 8% del PIB. Si a eso sumamos que Chile lleva varios años con baja inversión y bajo crecimiento económico, que a su vez generan bajos ingresos, configuran un escenario que el mercado visualiza como de menor fortaleza financiera que dio paso a esta rebaja crediticia. La clasificación de riesgo se relaciona con el costo de financiamiento del país. Con una revisión a la baja, típicamente el costo de financiamiento para el país se eleva, es decir, la próxima vez que el país requiera financiamiento deberá pagar una mayor tasa de interés dado el mayor riesgo. Esto también se traduce en un alza en el costo de financiamiento corporativo, es decir, de las empresas del país cuando requieran financiamiento internacional. Si bien esta rebaja en la clasificación crediticia no es una situación dramática, ya que Chile sigue estando en el grado medio superior en la escala de clasificación (la segunda más alta), es una señal de advertencia respecto de la estructura de ahorro-deuda que tiene el país, de la gestión económica, y coloca desafíos y tareas a la próxima administración.

Patricio Ramírez, coordinador Observatorio

Económico y Social de la Ufro