Un Gobierno que no gobierna
En Chile hace años se perdió la autoridad, la política se tomó el Estado, día día corrompe subterráneamente a nuestras instituciones armadas y nos deja como ciudadanía desprovista de expectativas, de seguridad.
Gobiernan los peores alumnos de la clase seguidos de séquitos sedientos de ingresos fáciles.
La Araucanía está expuesta a lo peor de una civilización moderna y el Gobierno no gobierna. Usan mano dura contra opositores internos pero no contra la delincuencia ni grupos extremistas que día a día se hacen más fuertes.
¿Cuál es el miedo de tomar detenidos a extremistas que dañan la Región, que dañan a particulares, que dañan al mundo mapuche?
Dejan en ridículo a la inteligencia policial que no puede actuar porque la política mete sus manos.
Su falta de autoridad, de decisión, de carácter, de mano dura, es beneficio a corto plazo. Pero el futuro de La Araucanía y el país a esta velocidad es tenebroso.
Un Gobierno que no gobierna, que no usa su autoridad por el bien de la sociedad: no sirve.
Víctor Melinao
Doble vía a Fundo El Carmen
Tengo inquietud y creo que muchos vecinos de Fundo El Carmen también por saber en qué habrá quedado la construcción de la doble vía que desde hace tanto tiempo se está solicitando para terminar con los problemas de congestión vehicular, especialmente en las mañanas.
Muchas autoridades han realizado mediante los diversos medios de comunicación regional anuncios y plazos tanto para el proyecto de mejoramiento de la ruta de acceso al sector Fundo El Carmen en la comuna de Temuco como para el inicio de la construcción de la doble vía que por distintas razones -que si bien pueden ser atendibles- en lo concreto no se han materializado.
Ojalá las autoridades tomen carta de este problema y, de una vez, más allá de un anuncio de fechas, se comience con la construcción de la doble vía, que, sin duda, todos los habitantes de Fundo El Carmen anhelamos.
José Miguel Monsalves Díaz, alumno del Colegio Santa Cruz de Temuco
Inmigrantes
Nuestras ciudades están acogiendo a inmigrantes internacionales, identificando fácilmente a los haitianos por su inconfundible tez morena e idioma propio, procedencia ajena a la de quienes invaden Europa, entre ellos a terroristas ideológicos que desprecian la vida propia y ajena.
Al cruzarme en una vereda sureña con un modesto haitiano, me sorprendió su predisposición para causar buena impresión, saludándome con un "Hola", correspondiéndoselo y meditando que la iniciativa del saludo debería haber sido al revés, como bienvenida de anfitrión territorial bien intencionado.
Quienes pueden entenderse idiomáticamente con los haitianos seguramente les advierten la importancia de acogerse a nuestras leyes incondicionalmente, puesto que cualquier falla individual puede alterar la buena predisposición del gobierno para recibirlos, a sabiendas que tanto su tez como su problema idiomático presentarán severos escollos para asentarse con rapidez, y que un mal ejemplo puede desprestigiar al resto de los inmigrantes, tal como ocurre en Europa con los musulmanes.
David Benavente
"Ropa sucia"
Por ley debieran ser públicas todas las actividades y sesiones de los "partidos políticos", única forma de cautelar el derecho de los chilenos a estar abiertamente informados de si están cumpliendo con el estándar ético y los principios políticos que ostentan, para así el ciudadano poder definir con máxima certeza a quién apoyar con su voto.
Lo anterior recordando las desafortunadas palabras de la candidata a la presidencia de la República Carolina Goic y de dirigentes del Frente Amplio, de que la "ropa sucia se lava en casa", ello en relación al escándalo que sacudió al Frente Amplio, y que por los hechos debiera llamarse con todo respeto " Frente Angosto", ya que entre cuatro paredes arrió su bandera de lucha, de ser el partido destinado a renovar la política y sacarla de las malas prácticas.
Recordemos que la frase "La ropa sucia se lava en casa", ha sido una práctica habitual de las familias corruptas y de las organizaciones clandestinas e imitada como lo podemos comprobar por los "partidos políticos", para ocultar ante la opinión pública y en particular a la ciudadanía, la verdadera moral política y privada de sus dirigentes y parlamentarios.
Jaime Manuel Ojeda Torrent