recomendaciones de educación
El pensamiento crítico es el proceso mediante el cual las personas son capaces de razonar, decidir informadas y resolver problemas complejos. Por esto, el Ministerio de Educación fijó su enseñanza como una prioridad durante esta década.
El ingeniero chileno Damián Gelerstein, creó una prueba computacional para medir el pensamiento crítico y los valores culturales en niños de entre ocho y nueve años de edad.
La herramienta desarrollada en la Universidad Católica, ya fue aplicada en 1.600 escolares de Chile, España, China y Taiwán.
"El estudio midió el pensamiento crítico, una habilidad central en los currículos educativos, pero que casi no se evalúa de forma explícita en los colegios. También analizó las dimensiones culturales de los escolares, principalmente en cómo se relacionan con sus pares y sus profesores", explicó Gelerstein.
Los mejores resultados fueron obtenidos en las escuelas donde se fomentaba un aprendizaje activo y se permitía a los alumnos ser partícipes de su educación. "Esta es la primera vez que hay datos cuantitativos que avalan" esta conclusión, afirmó el ingeniero.
El test demostró, además, que los niños que valoran a su escuela como institución, obtienen mejores resultados en la medición del pensamiento crítico.
Flexibilidad
El profesional recomendó motivar a los escolares a participar en clases, para así mejorar su desempeño en situaciones desconocidas. Esto se debe realizar, a juicio de Gelerstein, prestando más atención al aprendizaje que a las notas, junto con animarlos a enfrentar los problemas con flexibilidad.
"Preparar a los niños para tomar decisiones y ser capaces de cuestionar si los contenidos que reciben se basan o no sobre sobre evidencia concreta, es de gran relevancia en un mundo en que la información se divulga sin ser necesariamente verdadera", agregó el ingeniero.
Opinión
El Ministerio de Educación recomienda la estimulación del pensamiento crítico a través de la entrega de espacios en que los estudiantes puedan opinar.
Pensamiento
A los profesores se les aconseja preguntar a los niños por las dimensiones de su pensamiento: propósito, evidencia, razones y consecuencias.