Estudio: Las cenizas de los volcanes antárticos pueden ser de gran impacto
FENÓMENO. Simulaciones informáticas realizadas por el modelo Barcelona Supercomputing center pronostican la trayectoria de las nubes de ceniza y la concentración de sus niveles.
Simulaciones informáticas europeas han demostrado que los volcanes antárticos podrían suponer una amenaza más grande de lo previsto y afectarían el tráfico aéreo en varias zonas del hemisferio sur.
Una investigación centrada en los posibles impactos de la dispersión de cenizas procedentes de la Isla Decepción (situada al noroeste de la península Antártica), evidencia cómo las nubes de ceniza están atrapadas en vientos que tienen el potencial de llegar a latitudes más bajas y afectar así el tráfico aéreo del hemisferio sur.
Estudio español
La investigación, publicada en la prestigiosa revista científica Nature, fue realizada por el Barcelona Supercomputing Center, centro pionero de la supercomputación en España, en colaboración con el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas españolas.
El estudio se basó en varios conjuntos de simulaciones, teniendo en cuenta diferentes escenarios meteorológicos y características eruptivas. Estas simulaciones demostraron que las cenizas de las latitudes más bajas, como las de la Isla Decepción, podrían rodear el planeta.
Este fenómeno podría ocurrir, incluso, en caso de erupciones moderadas ya que éstas podrían alcanzar latitudes tropicales; gran parte de la costa atlántica de Sudamérica; Sudáfrica y el sur de Oceanía. Así, una dispersión de partículas volcánicas produciría consecuencias significativas para la seguridad aérea en estas zonas.
El artículo científico de Barcelona concluye que, en circunstancias específicas, las cenizas de los volcanes antárticos pueden alterar el tráfico aéreo no sólo en proximidad, sino que también podrían alcanzar Sudáfrica y rutas aéreas que conectan África con Sudamérica y Australia.
Actividad en la antártida
De las decenas de volcanes ubicados en la Antártida, al menos nueve: Berlín; Isla Buckle; Isla Decepción; Erebus; Montañas Hudson; Melbourne; Isla Pingüino; Takahe y Las Pleiades, son activos. Cinco de ellos han registrado una actividad volcánica frecuente en tiempos históricos. La Isla Decepción es un volcán compuesto activo con decenas de erupciones en los últimos 10 mil años.
Ubicada en el centro de la cuenca del estrecho de Bransfield, la Isla Decepción tiene un sistema volcánico con un diseño similar al de una herradura compuesto por la formación de una caldera conocida como Puerto Foster.
Los depósitos de tephra (cenizas) de la Isla Decepción y de sus islas vecinas han revelado más de 30 erupciones; sin embargo, se deduce que realmente han ocurrido más fenómenos de este tipo. De hecho, según los científicos españoles a cargo del estudio, se podrían reconstruir y cartografiar más de 50 cráteres y eventos eruptivos dispersos por toda la isla.
Durante las erupciones más recientes en Isla Decepción (1967, 1969 y 1970), la caída de cenizas destruyó y deterioró gravemente las bases científicas que operaban en el lugar en ese momento.