Ayer, pasadas las 20 horas, el Teatro Municipal de Temuco presentó Carmina Burana, obra cúlmine de Carl Orff que fue interpretada por solistas líricos, la Orquesta Filarmónica y los Coros del Camilo Salvo Inostroza, junto al Coro de la Universidad de Concepción; sumando así a más de 200 artistas en torno a la pieza que vivió su estreno hace 80 años en Frankfurt.
Orff pensó esta pieza con una introducción, tres partes y un final, donde los textos escritos en latín, alemán y francés satirizaban a las autoridades y a la Iglesia, celebrando los placeres de la naturaleza, el amor y la lujuria. Estrenada en Alemania el 8 de junio de 1937, en pleno auge del nazismo, Carmina Burana logra sobrevivir al estigma del régimen, llegando a Chile en 1953 y a Temuco en 1998.
En efecto, Carmina Burana revivió los orígenes del Municipal de Temuco, recinto que fue inaugurado el 24 de febrero de 1998 con un concierto que rindió tributo a la obra cúlmine de Carl Orff. "Este concierto conmemorativo es una gran oportunidad para el desarrollo de los elencos estables del teatro y los artistas regionales", señaló Patricia Betancourt, gerente de la Corporación Cultural.
Versión original
Esta obra fue interpretada en su versión original de gran orquesta, permitiendo al público conocer un rango de colores distinto y mucho más imponente desde la sonoridad musical. Dicha definición le otorgó a este concierto un valor único, que lo distanció de las versiones anteriores; una singular expresión musical y poética que brilló con el poderoso coro Fortuna, imperatrix mundi, símbolo espiritual y escénico.