La protección a los animales depende de su popularidad entre la gente
BIOLOGÍA. El número de especies en extinción sigue creciendo y, a juicio de un académico mexicano, es condicionado por la publicidad.
Chile posee al menos 1.179 especies de flora y fauna bajo la amenaza de extinción, reveló un informe del Ministerio del Medio Ambiente a mediados de 2017. De ellas, 70 aparecieron por primera vez en la fatídica lista, cuyo fin es llamar a la protección de la vida natural. Sin embargo, la concientización sobre esta tarea estaría condicionada por el carisma o popularidad de la especie en cuestión.
El biólogo mexicano Carlos Galindo, director general de Comunicación en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) de su país, dijo a la agencia EFE que la protección de los seres vivos es una "tarea compleja" que muchas veces se ve condicionada por el carisma, otorgándose prioridad a las especies "más bonitas y que más simpatía despiertan" en el ser humano.
México es habitado por alrededor de 110 mil especies de las cuales, según el profesional, no más de 20 cuentan con un plan de recuperación y monitoreos detallados al ser muy carismáticas, como es el caso del bisonte, el cóndor y los guacamayos.
"Para muchas otras no existen estos planes, son especies pequeñas que no son carismáticas y que los seres humanos no consideramos tan importantes", afirmó Galindo.
Estas especies- murciélagos, ranas, ratones o lagartijas- desplazadas por estos criterios, no suelen ser muy agradables a la vista.
Publicidad
La autoridad consideró que "falta un buen termómetro para saber el estado de las especies", que indique con precisión si la situación está mejorando o empeorando.
"Nos preocupan más los mamíferos que están más cercanos al ser humano", sostuvo el biólogo, quien ejemplificó la situación con el oso panda, una especie fuertemente humanizada por sus "rasgos de guagua y cabeza grande".
Adorado en el mundo entero, este animal se convirtió en un símbolo a partir de la mercadotecnia, que ha transformado su empatía en un pilar comercial para obtener más ventas, ya sea poniendo su cara en poleras o produciendo gigantescos osos de peluche.
"El trato preferencial lo reciben los mamíferos carismáticos y más bonitos como el jaguar y el puma, o las aves", aseguró Galindo.
Esto se debe a una tendencia histórica del ser humano "a sentir más empatía por animales que son similares a él".
"Al mismo tiempo", agregó, "es la promoción de la mercadotecnia, empezando por las películas de Walt Disney, pero también inciden los documentales de animales".
Especies nativas
El académico sugirió observar los zoológicos, donde también se ve esta preferencia de trato, siendo prioritario tener "un oso panda, una jirafa o un elefante antes que exhibir a las especies nativas".
Las especies propias de cada lugar son con las que se debería tener "más cercanía, ya que así podremos tener un impacto ya sea positivo o negativo; pero si no las conocemos no podemos hacer esta valoración", explicó Galindo.
El criterio de protección debería estar sujeto al tamaño poblacional y la susceptibilidad a la extinción de cada especie.
"Generalmente las especies pequeñas como los anfibios o reptiles pequeños o peces, que están restringidos a ciertos lugares, son los que tienen más susceptibilidad a la extinción", puntualizó el autor del libro "Mexicanos por naturaleza" (2017), en el cual describe el patrimonio natural de ese país.
Cómo identificar a los chilenos
El Ministerio del Medio Ambiente dispuso un catálogo virtual para conocer a las especies chilenas y su nivel de vulnerabilidad, en el sitio especies.mma.gob.cl. Allí se describen 3.300 seres vivos propios del país, de un total estimado en 33.000. Entre los amenazados figuran el mosco de Juan Fernández (Sterphus aurifrons), la araña pollito (Euathlus spp), el picaflor de Arica (Eulidia yarrelli) y la bandurria de la puna (Theristicus braniockii), junto a plantas emblemáticas como el canelo (Drimys winteri).
especies en Chile se encuentran en riesgo de desaparecer, informó el Ministerio del Medio Ambiente durante 2017. 1.179
millones de textos poseen las estanterías de Strand, ubicada en Broadway, donde trabajan más de 200 personas. 2,5