El Austral
Tras una denuncia anónima la Dirección del Trabajo constató -mediante una fiscalización- que cinco ciudadanos haitianos estaban viviendo en un establo, sin agua, baño, luz ni comida.
El hecho que ocurrió en el sector Pedregoso de la comuna de Villarrica, salió a la luz luego de una denuncia por incumplimiento de contrato, y malas condiciones laborales y de vida que estaban sufriendo las personas de nacionalidad haitiana.
El gobernador de Cautín, Ricardo Chancerel, señaló que iniciarán una investigación a los contratistas, porque además, los jóvenes de entre 20 y 30 años, no estaban recibiendo su sueldo por parte de los empresarios de Lautaro, quienes los contrataron para cortar y apilar leña.
MEDIDAS
Por su parte, la directora del Trabajo, Maite Núñez detalló que "hemos podido verificar que ellos tienen una situación contractual, si bien regular, pero que en definitiva no cumple con ninguna de las normas de seguridad e higiene en las que deben prestar labores los trabajadores en Chile.
"Estamos claramente ante una vulneración de los derechos fundamentales respecto de la integridad psíquica y física de estos cinco ciudadanos haitianos. Además, de una serie de irregularidades e infracciones laborales. Están viviendo en situación de hacinamiento y sin agua potable, por tanto, procedemos a la suspensión de la faena", sentenció la directora del Trabajo.
En tanto, el gobernador de Cautín, lamentó la situación diciendo que "es inaceptable que empresarios de la Región quieran aprovecharse de las condiciones de vulnerabilidad que tienen estos inmigrantes haitianos para embaucarlos y tenerlos trabajando en condiciones infrahumanas".
La autoridad provincial, enfatizó que "junto a la Dirección del Trabajo y la PDI, estamos permanentemente fiscalizando, porque no vamos a tolerar que se abuse con los inmigrantes, ellos tienen derecho a trabajar en forma digna, y por lo tanto, quien quiera ejercer abuso, nosotros vamos a perseguirlo por las vías que corresponden, tanto a nivel laboral o incluso penal".
TESTIMONIO
Uno de los haitianos afectados, comentó: "Llegué el 21 de octubre a Chile, llegamos a trabajar con el señor Rodney, que no nos trata bien a nosotros cinco. Nos dejó en el campo tirado, todos botados, en un sitio sin agua, sin luz, sin comida, sin nada y no nos paga".
Los inmigrantes fueron trasladados al Hospital Regional para revisar su estado de salud, y posteriormente quedaran a cargo de la Fundación Madre Josefa, donde se encargarán de proporcionarles un lugar para dormir y ayudarlos a conseguir un trabajo.