Comunas locales reducirían 300 milímetros de lluvia y elevarían en dos grados su temperatura
PROYECCIÓN 2050. La Asociación de Municipalidades de Chile hizo un estudio del cambio climático.
El futuro en esta zona centro sur del país depara un clima más seco y más caluroso, según un estudio sobre el cambio climático publicado por la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch).
El informe divide a las comunas de Chile en cinco grupos. Las de La Araucanía comparten bloque con Maule, Biobío, Los Lagos, Los Ríos y Aysén, y se ubican en dos: el Grupo 3 y el Grupo 4, cada una con un diagnóstico y proyección distinta.
En el caso del Grupo 3, se prevé que al año 2050 las temperaturas aumentarán 2,08 grados en período estival y 1,33 grados en la época invernal. Las precipitaciones, en tanto, tendrían una disminución de 302,02 milímetros, lo que equivale a un 14% menos de agua calculada en estas fechas: 2.155 milímetros.
Por la parte del Grupo 4, el aumento de temperatura sería de 1,61 grados en la época estival y de 1,19 grados en la época invernal. La reducción de lluvias se estima en 203 milímetros, lo que implicaría un 12,6% de precipitaciones más bajas que estas fechas, en las que se calculan 1.605 milímetros promedio.
Proyección y prevención
De esta forma el informe expone los riesgos de sequía a los que deben enfrentarse las comunas del país. Basado en esta proyección, Amuch además monitorea cómo se preparan los municipios, y para ello analiza su Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco).
En base a eso también deslinda algunas críticas: "Parte de los municipios del país, no cuentan con un Pladeco actualizado, no están en la página web mediante un acceso público, y además, sumado a ese punto, los instrumentos de planificación son disimiles entre las comunas, en tanto no existe un formato único establecido por ley que regule todo el territorio", es lo que reconoce el estudio.
De hecho, el factor mejor evaluado en las comunas es que pueden determinar los efectos del cambio climático, pero lo que se califica peor son su capacidad de mitigar las causas y la existencia de un plan de contingencia comunal, esto pese a que la gran mayoría cuenta efectivamente con un Plan de Desarrollo Comunal.
La comuna de Teodoro Schmidt es una de las destacadas en el informe por responder ante el requerimiento de información con el detalle de planes que ejecuta su Dirección de Desarrollo Comunal en torno a emergencias.
Su alcalde Alfredo Riquelme, reconoce la dependencia de proyectos de Agua Potable Rural (APR) para poder afrontar la sequía. "En nuestra comuna tiene un porcentaje bastante alto. Yo diría que a más de mil personas se les entrega APR y hay que entregarles en invierno y verano", indicó Riquelme.
Mientras que en Traiguén, su alcalde Ricardo Sanhueza está consciente de los efectos del cambio climático. "La pluviosidad en Traiguén hace años era bastante alta. Eso ha cambiado mucho y en los sectores rurales, básicamente, tenemos problemas serios de falta de agua. Los camiones aljibe son una situación parche que tenemos, no más", criticó.
Pero, así como reconocen los efectos, ambos alcaldes también reconocen la falencia en un plan de contingencia comunal.
"Donde sí hay que hacer hincapié, y que el Estado y el Gobierno tienen que preocuparse, es en el tema productivo. Si no hay agua, no hay producción, y esa sí es una gran preocupación", dijo Riquelme.
Ricardo Sanhueza indicó que los organismos de emergencia nacional deben trabajar en conjunto con las comunas más afectadas por la sequía en un plan a largo plazo. "Todas las comunas, al menos las que yo ubico, estamos al debe. Deberíamos hincarle más el diente en ese tema, porque a veces nos preocupamos de lo más cercano, lo que ocurre en el día a día", dijo.