Caso Iglesia: buscan probar que acusados conocían a víctimas
DOCUMENTOS. Fiscalía presentó datos educacionales y laborales en común.
Con antecedentes educacionales y laborales, el Ministerio Público buscó establecer que los acusados en el Caso Iglesia se conocían con las víctimas del atentado del 9 de junio de 2016.
Con esta prueba comenzó ayer la reanudación del juicio oral en Temuco en contra de Ariel, Benito y Pablo Trangol Galindo y el lonko Alfredo Tralcal Coche por el ataque incendiario al templo Iglesia del Señor, en el camino a Niágara, en la comuna de Padre Las Casas.
Según el Ministerio Público, el colegio Ñielol Che Kimún de Padre Las Casas registra vínculos entre ambas partes que datan entre los años 1996 y 2008. Lo mismo ocurre en una empresa del rubro agrícola de la comuna de Colina, en la Región Metropolitana, con datos entre enero y marzo del 2006.
La idea para el Ministerio Público de presentar esta prueba documental es evidenciar contradicciones con las declaraciones de los imputados al momento de su detención, como explicó César Schibar Díaz, fiscal adjunto de la Fiscalía Local de Victoria.
"Es importante teniendo en consideración que los imputados incluso algunos de ellos no recordaban haber trabajado en el norte del país", dijo el persecutor.
Sin embargo, la validez de estos antecedentes fue cuestionada por la Defensa, indicando que el argumento se escapa de la tesis principal, en la que se busca demostrar la participación de los imputados en el atentado.
"Muy por el contrario, aporta en el sentido que la Defensa sostiene: se trata de situaciones en que se busca poner rostros a las tragedias. En este caso, si se trataba de personas conocidas, con mayor razón se le busca imputar los hechos a dichas personas", dijo el abogado defensor penal mapuche Juan Pablo Alday.
DECLARACIONES
Durante la jornada de ayer también entregaron su testimonio Hernán Fernández Lobos, asesor de la Secretaría General de la Presidencia a cargo de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos y dos psicólogas que trabajaron tanto con los adultos como con los niños, víctimas del ataque al templo. En el caso de ambas profesionales, entregaron la visión de los efectos emocionales y de comportamiento que provocó el choque psicológico a raíz del atentado.