Durante el 2017 el SAG atendió 199 denuncias de fauna silvestre protegida
ARAUCANÍA. Zorros, monito del monte, lechuza, pudú, son algunas de las especies atendidas en el centro de rehabilitación.
Durante el 2017 el Servicio Agrícola y Ganadero de La Araucanía, atendió 199 denuncias de usuarios que encontraron aves y mamíferos protegidos por la ley de caza, en condiciones de riesgo para su supervivencia.
Ángel Centrón Lara, encargado regional del Programa de Recursos Naturales Renovables (Renare) del SAG, puntualizó que durante el año 2017 hubo un aumento de un 68,6% de atenciones de denuncias de especies silvestres respecto al año 2016, donde se atendieron 118.
El profesional resaltó que de las especies silvestres que son rescatadas gracias a las denuncias de las personas, un importante número de éstas se rehabilitan exitosamente y pueden ser liberadas en su hábitat natural, pero hay otros ejemplares que por la gravedad de sus heridas mueren. Otros, en tanto, son derivados a criaderos autorizados por el SAG, porque han quedado con alguna incapacidad para sobrevivir por sí solos.
Por su parte el director (s) del SAG Araucanía, Renato Arce Bustamante, recordó que el servicio cuenta en la Región con un convenio con la Clínica Veterinaria Metrenco, establecimiento que se encuentra oficialmente inscrito para la recuperación de todo tipo de especies silvestres.
"El Servicio Agrícola y Ganadero en la Región de La Araucanía mantiene desde el año 2007 un convenio con este centro de rescate, el cual contribuye a través de su labor a la recuperación de la fauna silvestre de la Región, apoyando así al rol del servicio, que es la conservación y fomento de las especies de flora y fauna silvestre de Chile", precisó la autoridad.
Nora Prehn, médico veterinario y dueña de la Clínica Metrenco, señaló que una de las causas por las que las especies silvestres ingresan para su rehabilitación, es porque las personas encuentran animales y los extraen de su hábitat natural.
"Las personas, al no conocer la forma de vida de las especies, creen que están solos y los recogen. Esto pasa, por ejemplo, con los pequeños pudúes que se ven como si estuvieran solos, pero sus madres están siempre cerca de ellos. ¿Qué hacemos los humanos? Los vemos, nos da pena y los recogemos, lo cual perjudica la reinserción a su hábitat", puntualizó la profesional.
El SAG realiza un permanente llamado a la comunidad para que, en caso de encontrar especies en peligro de extinción o protegidas, se contacten con la institución para así evaluar su condición y derivarlos a los lugares idóneos para rehabilitación y recuperación.