Siete nuevos casos de intoxicaciones se registraron ayer en Quintero, a solo dos días de que se levantara la alerta amarilla en esa ciudad y en Puchuncaví, lo que ha hecho aumentar la presión sobre el Gobierno para que declare zona de catástrofe.

El seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, confirmó siete nuevos casos reportados "con sintomatología compatible a intoxicación" y "similares a eventos anteriores", lo que provocó una serie de protestas de parte de vecinos de la ciudad en las afueras del hospital.

Entre varias interrupciones producto de esto, la autoridad señaló que se trata de cinco personas que presentaron síntomas por primera vez y dos que ya habían sido afectados, incluyendo a una menor de edad de 13 años. Uno de los afectados se encuentra en observación.

"Hacemos un llamado de calma y prudencia, debido a que como Gobierno hemos estado instalados en el territorio desde el primer día y vamos a seguir", dijo Álvarez, quien continuó siendo increpado.

El hecho se desarrolló dos días después de que Intendencia levantara la alerta amarilla que regía en la zona, asegurando que durante una semana no se observaron "niveles de contaminación atmosférica" y que había transcurrido "una cantidad importante de días en que no ha habido ninguna consulta médica producto de esta situación".

El episodio preocupa debido a que está programado que los estudiantes retomen las clases mañana.

Junto con levantar la alerta, Intendencia informó este viernes el envío de un decreto a Contraloría General de la República que facultará al Ministerio de Salud para restringir actividades industriales en caso de mala ventilación, pero el seremi aclaró ayer que no se puede poner en práctica hasta que el organismo realice la toma de razón.

Zona de catástrofe

A raíz de estos nuevos casos de intoxicaciones, tanto el senador por Valparaíso, Francisco Chahuán (RN), como el PPD -a través de su comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad- pidieron al Gobierno declarar zona de catástrofe.

El legislador oficialista sostuvo que "no queda otra opción, tal y como se lo hemos planteado en reiteradas ocasiones al Presidente Piñera, de solicitar y decretar zona de catástrofe en Quintero y Puchuncaví. Esta es la única alternativa que nos va a permitir tomar medidas gruesas para resolver el tema de la contaminación".

Junto con ello, el senador pidió que se indemnice a pescadores y pequeños comerciantes afectados por los episodios de contaminación, además de apurar el nuevo hospital para Quintero y ejecutar nuevas normas de dióxido de azufre, arsénico e hidrocarburos.

Desde la colectividad de oposición, en tanto, declararon a través de un comunicado que "vemos con preocupación que aún se presentan casos de intoxicación en el lugar, a pesar del levantamiento de la alerta amarilla que se había decretado en la zona".

"Hacemos un llamado urgente al Gobierno a declarar Quintero y Puchuncaví como zona de catástrofe, suspender el funcionamiento de las empresas contaminantes y establecer responsables de las emanaciones que han provocado casos de intoxicación en la población. Es necesario conocer quién o quiénes están provocando esta situación para proponer soluciones efectivas", emplazaron al Ejecutivo.

En ese sentido, solicitaron que profesionales de la salud "definan qué exámenes médicos y toxicológicos se deben aplicar a alumnos, embarazadas y adultos mayores, que deben ser financiados por el sector público, para determinar con certeza su estado de salud y puedan tomarse las medidas correspondientes para resguardar su integridad".

Luego de aparentemente consumir alimento en mal estado al interior de un centro dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename) en Coronel, en la Región del Biobío, 22 personas resultaron intoxicadas.

De los afectados, 13 son menores que se encuentran privados de libertad en el Centro de Internación Provisoria y Régimen Cerrado de Coronel, mientras que los restantes son funcionarios y gendarmes del recinto. Todos fueron trasladados hasta el Hospital San José de Coronel.

Según se informó, los jóvenes y funcionarios comieron en el recinto durante la tarde del viernes, tras lo cual presentaron malestares estomacales con un cuadro de gastroenteritis en la mañana de ayer, por lo que se decidió su traslado al centro de salud, donde todos se encuentran estables y en estado de observación.

El gobernador de Concepción, Robert Contreras, fue quien confirmó que la situación corresponde a una intoxicación alimentaria e indicó que "el hecho se habría producido por un alimento en descomposición, al parecer, lo cual se está revisando los protocolos por parte del Sename".

No se descarta, hasta el momento, que más personas se puedan ver afectadas por esta intoxicación, ya que cerca de 180 funcionarios, entre trabajadores y gendarmes, como también 56 jóvenes privados de libertad, se alimentan al interior del centro del Sename.

La dirección del Sename del Biobío, a través de un comunicado, indicó que se estableció una nueva minuta de alimentación y que se revisarán los protocolos de manipulación de alimentos que se entregan a los adolescentes que conforman la población penal del Centro de Internación, así como de los equipos de refrigeración, procediéndose a una sanitización de la Unidad de Alimentación del establecimiento.

También se informó sobre el caso a la Seremi de Salud, que a su vez inició un sumario interno.

Además, la dirección regional del Sename informó que los familiares de los 13 jóvenes afectados fueron contactados para mantenerlos al tanto sobre su actual situación y las acciones destinadas a su cuidado.