Tan pronto se comienzan a vivir los últimos meses del año las expectativas del comercio se elevan, ya que esta época se ve reflejada en un alza en las ventas del sector, dada la cercanía de las fiestas de fin de año y las tradicionales ofertas con que las casas comerciales buscan incentivar el consumo. Esto genera un mayor flujo de personas transitando en las arterias donde se concentra la actividad comercial en la capital regional, por lo que, a pesar de la mayor presencia policial, conviene adoptar medidas de autocuidado.
Ocurre que ante la cercanía de Navidad y Año Nuevo, es ya una costumbre que la ciudadanía aproveche las ofertas comerciales y anticipe sus compras, generando con ello una mayor actividad en el comercio y en las calles.
Este escenario, si bien incentiva el consumo y reactiva la economía, también representa una preocupación para la autoridad, y en especial para las instituciones policiales -Carabineros y la PDI-, que deben diseñar planes de contingencia para reforzar la seguridad y evitar así el aumento en la ocurrencia de delitos, especialmente los hurtos y robos por sorpresa.
Ahora bien, a pesar de la mayor presencia policial en las calles, de nada sirven estos esfuerzos si la comunidad no apoya ni toma conciencia de los reales peligros que representa la delincuencia durante estos meses. Por eso es primordial que las personas recojan las recomendaciones de las policías, con el fin de que reduzcan la posibilidad de convertirse en presa fácil de los antisociales.
Dentro de las recomendaciones que entregan las autoridades policiales se hallan algunas muy simples, pero efectivas, como que los consumidores anden, en lo posible, acompañados y que tengan especial cuidado con el dinero que porten. Además, que no se sobrecarguen de bolsas y paquetes, que eviten andar con menores de edad, cuiden muy bien sus tarjetas de crédito y que en caso de ser víctimas de un delito realicen inmediatamente una denuncia para que el contingente policial pueda operar a la brevedad.
Recoger estas recomendaciones y llevarlas a la práctica puede evitar un mal rato, ya que de nada servirá la mayor vigilancia si la comunidad no colabora.