Valeria Barahona / Agencias
Los expresidentes brasileños Luiz Inácio "Lula" da Silva, encarcelado desde abril; y Dilma Rousseff, destituida en 2016, serán enjuiciados por asociación ilícita en un caso de corrupción, informaron fuentes oficiales del país liderado actualmente por Michel Temer -quien asumió el cargo tras la salida de la exmandataria, y a la espera del traspaso de mando a Jair Bolsonaro.
El juez Vallisney Oliveira, de Brasilia, aceptó esta semana la denuncia formulada por la Fiscalía contra los exmandatarios en un proceso que afecta a antiguos dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), relacionado con la corrupción destapada al interior de la petrolera estatal, Petrobras.
El magistrado de primera instancia también aceptó los mismos cargos contra los exministros Antonio Palocci y Guido Mantega, junto al extesorero del PT, Joao Vaccari Neto.
La denuncia, presentada en septiembre del año pasado por el entonces fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, produjo una investigación para confirmar si el PT creó una organización criminal para desviar dinero desde la empresa estatal.
De acuerdo con la acusación, y con base en "pruebas documentales", los investigados integraban "hasta el año de 2016" una "organización criminal" como miembros del partido entonces oficialista, desde donde habrían cometido "diversos delitos contra la administración pública", entre ellos corrupción y lavado de dinero, según detalló el juez.
La denuncia consideró entonces que los dirigentes del PT recibieron en aquella época alrededor de US$ 387 millones, mediante sobornos.