Carabineros
Los cambios forzados en Carabineros, para algunos importantes, para otros de segunda importancia, solamente cosmética, ante hechos puntuales que afectan a algunos de ellos, por cierto tema descontextualizado y de mucho mayor análisis no cambiará fácilmente la opinión generalizada instalada en nuestro país y desde su creación sobre la prestigiada institución de Carabineros y sus funcionarios, por lo demás muy positiva y bien ganada.
No así, lamentablemente la que existe sobre la clase política, igualmente bien ganada.
Aún más, se ha apelado incluso al tan manoseado y para muchos mal conceptuado tema de los derechos humanos en forma muy liviana, ciega y limitada y menos todavía cuando se presentan desnudos como una panacea sin ninguna relación con los deberes, responsabilidad y respeto hacia los demás humanos y su conjunto: nuestra sociedad.
Así, la parafernalia generada con las destituciones en Carabineros y nuevas designaciones no hacen más que atizar la hoguera mediática y alimentar el morbo sin entender que a la mayoría del país lo que le interesa realmente es el control de la delincuencia y el terrorismo, verdaderas lacras y lastre para el desarrollo armónico y calidad de vida de una nación.
Sin embargo, al parecer el objetivo real se evita, se desvirtúa y sigue errado.
José Manuel Caerols Silva
El tiempo y mapuches
Evidentemente los tiempos e ideas del pasado hay que tratarlos según los tiempos e ideas del presente. Así, lo de la soberanía territorial mapuche desde el Biobío hasta el Calle Calle, corresponde a los siglos XVII, XVIII y XIX, esto es, entre 1641 y 1883. Son otros tiempos e ideas. Entonces, es necesario tener claro que la historia, como el tiempo, no se puede volver atrás.
El punto es: ¿Qué podemos hacer los mapuches de hoy -siendo una población cercana a 2 millones- cuando casi todo lo que fue el legítimo territorio de nuestros padres, está ahora mismo ocupado y organizado en numerosas comunas, conforme a instituciones constitucionalmente establecidas; garantizadas por el derecho de ciudadanía y la necesidad del orden público del Estado de Derecho? Esta realidad inobjetable aconseja ser juiciosos en discursos como: "Debemos seguir en nuestra lucha de recuperar el territorio" (ELA.22.12).
Nuestro tiempo es de una cultura moderna, donde -entre otros- unos propios connotados líderes mapuches tienen hoy voz y prensa, pues ya no son unos campesinos "reduccionales" que solamente hablan en mapudungún y que nadie los entiende. Son expertos críticos sociales en castellano, aunque todavía carentes de propuestas viables en contextos socio-históricos objetivos. El caso del Estado de Derecho sudafricano, con el abogado y presidente exterrorista que fue Nelson Mandela, es un sugestivo ejemplo jurídico-político de cómo una resistencia indígena finalmente puede llegar al poder participativo, de ejercicios de derechos ciudadanos en plena igualdad y dignidad cívico-educativa, incluso, conservando su propia historia, idioma y religión.
Sergio Liempi Marín
Bomberos en Navidad
En estos días de tanto consumismo quiero destacar y agradecer el gesto que tuvieron los bomberos de la Segunda Compañía de Victoria con los niños de nuestro sector. Ellos engalanaron su carro vistiéndolo de luces de colores y sonidos navideños, cambiaron sus uniformes por vestimenta roja y blanca y salieron a alegrar la espera de nuestros pequeños y pequeñas.
Gracias a ellos por este hermoso gesto y gracias a todos los que hicieron posible una sonrisa en los niños y niñas en esta Navidad.
Espero que esta acción nos ayude a reconocer y apoyar la hermosa, voluntaria y desinteresada labor que realizan estas personas sin esperar nada a cambio.
Gracias voluntarios y voluntarias de la Segunda Compañía de Bomberos de Victoria.
Solange Corales Campos
Aprobación del Presidente
Información periodística señala que el Presidente Piñera completa seis semanas con más rechazo que aprobación en la adhesión ciudadana.
Obvio, no podría ser de otra manera. Si consideramos la opinión de la izquierda, que será contraria así el Presidente prometa sueldo base de un millón de pesos, se debe agregar el elevado número de decepcionados por el lamentable desempeño del candidato por el cual, equivocadamente o sin otra opción votamos.
Alejandro Carrasco