El Austral
Sumergirse en el proceso de producción del prosciutto de Capitán Pastene, es como detener el tiempo. Su receta cumple 115 años sin ningún tipo de intervención. Las materias primas, el método de preparación y las herramientas, son las mismas que ocuparon los primeros migrantes italianos, que llegaron a este pueblo, distante a 10 kilómetros de Lumaco.
Durante el último siglo, la tecnología en la industria alimentaria avanzó como nunca antes en la historia, pero en Capitán Pastene decidieron ser fieles a los métodos tradicionales porque "tenemos la certeza que si industrializamos nuestro producto, el resultado final sería completamente diferente", comenta Claudia Cortesi, nieta de uno de los fundadores del pueblo.
Una tradición
El prosciutto es un jamón de pierna crudo que debe permanecer colgado en bodega durante 18 meses, antes de llegar a la mesa para su consumo. En ese periodo se genera el proceso de deshidratación, que es clave para obtener el sabor y consistencia que le han valido su prestigio.
Las primeras lluvias de abril anuncian el inicio de la temporada de producción. Cada pieza debe permanecer dos semanas en sal de mar, antes de pasar a la viga.
"Cuando nuestros abuelos llegaron aquí, se encontraron con un clima muy parecido a la región de Emilia Romagna (Italia), por lo tanto, ese fue un estímulo para comenzar esta tradición en Chile", asegura Primo Cortesi, productor de prosciutto.
En 2015, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, Inapi, reconoció al prosciutto de Capitán Pastene con el sello de origen, lo que protege a los productores locales de la competencia desleal o eventuales copias.
"Cuando el consumidor compra un producto con sello de origen, conoce exactamente su procedencia y calidad", afirma Esteban Figueroa, director nacional (s) de Inapi.
"El haber recibido la denominación de origen es un respaldo a nuestra lucha constante por mantener esta tradición. Ahora nos hemos sentido mucho más seguros y confiados para enfrentar el mercado", comenta Mabel Flores, productora de prosciutto.