Andrea Arias Vega
El expresidente de la Sofo, Marcelo Zirotti Kehr (55), cumplió cinco periodos consecutivos al mando de la institución centenaria, posta que tomó el agricultor Roberto Heise Möller la semana pasada.
Tras una intensa gestión por parte de este cerealero que acuña casi 20 años como socio, en lo que respecta a la violencia en la Región, confiesa estar "asustado", porque ve que "estos grupos violentos se han empoderado más aún en este Gobierno".
-¿Cuáles son los hitos de su gestión en estos 5 años ?
-Para empezar, el tremendo desafío de desarrollarse como presidente de una institución tan grande como es la Sofo y transformarse en un líder de opinión. El otro hito importante que me llena de orgullo y que le agradezco al directorio, fue el poder desarrollar el centenario de la Sofo. Por otro lado está el desafío de haber sido presidente en dos gobiernos, con cambio de autoridades, en donde no hay continuidad.
-¿Qué significó el haber desarrollado el centenario de la Sofo?
-Bueno mi padre, quien fue criador de caballos, también fue socio Sofo, como familia somos cercanos de toda una vida, así es que el haber organizado el centenario y el ver la fuerza con que se hizo, fue un hito muy importante.
-Bajo su gestión se hizo un trabajo de acercamiento de la institución a la comunidad. ¿Por qué era necesario?
-Eso fue un mandato del directorio, porque siendo una institución centenaria, tiene que ser abierta a la comunidad. Hoy, a través de nuestros departamentos, vemos cómo la gente acude a la Sofo buscando oportunidades laborales o para realizar nuevas empresas. Eso quiere decir que la Sofo está cumpliendo un rol social y hemos logrado abrirla a la comunidad regional.
-¿Qué metas le quedaron pendientes?
-Una meta que me quedó pendiente, y que sigue siendo una inquietud, es cómo lograr que el parque de la Sofo se abra mucho más a la comunidad. En ese sentido, todavía siento a la Sofo un poco al debe.
VIOLENCIA
-Estos cinco años usted fue un vocero incansable rechazando la violencia en la Región. ¿Con qué sensación se queda?
-Con una sensación amarga, porque seguimos viendo cómo grupos minoritarios siguen destruyendo una Región y no vemos una solución palpable. Vemos a los comerciantes de Temuco reclamando y hace muchos años advertimos que esto en algún momento iba a llegar a Temuco. Hoy tenemos una capital regional deprimida en la parte económica y atemorizada de salir a su Región. No vemos avance, el intendente le pone empeño, pero es una máquina lenta.
-Estuvo con ambos gobiernos. ¿Cuál es la evaluación?
-No han habido mayores cambios. De hecho, estos grupo violentos se han empoderado más aún en este Gobierno y eso asusta. Es un tema preocupante. Antiguamente cortaban un camino y quemaban un galpón, pero ahora hay violencia humana, a la gente le disparan y hemos visto muerte.
-¿Está el Gobierno atado de manos? porque hay parlamentarios que critican inacción respecto de la CAM y su vocero...
-Es parte de las cosas que uno no entiende de los gobiernos. Cómo es posible que se permita que haya un vocero que celebre la quema del primer camión. Se permite que entren a Temuco a ocasionar destrozos, entonces, ¿qué ocurre con el Gobierno? ¿Es incapaz o tiene miedo?
-¿Cuál es su convicción?
-Yo veo un Gobierno con miedo a la opinión de los otros países. Veo un Gobierno con el miedo al qué dirán, no somos un Gobierno que nos podamos parar de igual a igual con otros países. Ya hay anuncios pidiendo militares para combatir los llamados narcofunerales. ¿En qué país estamos viviendo o para dónde vamos? ¿Queremos ser una Colombia o una Venezuela? Con eso partimos y después hay que irse a vestir con guayabera no más.
-¿Qué responsabilidad le asigna en esto a la clase política?
-Casi toda la responsabilidad. Y me preocupan mucho los diputados y senadores de esta Región, ya que no han sabido posicionar este problema en el nivel central, abordarlo como bloque ni ponerle un alto. Hace días atrás los senadores Francisco Huenchumilla y Felipe Kast presentaron una propuesta (para resolver la demanda de tierras) que es otro volador de luces. Los políticos son muy buenos dando ideas, pero no enfrentan los problemas.
-¿Cómo ve el Plan Impulso?
-Es bueno en cuanto a la innovación agrícola, pero se diseñó, como muchas otras cosas, en Santiago y no está adecuado a nuestra Región. Es distinto plantar avellano europeo aquí que en Parral. Además hay que darle velocidad para que trabajemos mucho más rápido. Está muy lento. La reacción no ha sido la esperada. Vamos a llegar al año de su anuncio y todavía va a paso de tortuga.
-La agricultura tradicional ¿qué requiere del Plan Impulso?
-Esperamos que el país tome conciencia que la agricultura tradicional no puede dejar de existir en Chile, un país que no puede depender de las importaciones de las materias primas. Tenemos que tener sobre el 50% asegurado y eso no lo tenemos en trigo. En carne solo producimos el 38% que consumimos y dependemos de mercados extranjeros, sin saber qué estamos comiendo. Eso no puede ser y no es que no seamos competitivos.
"Una meta que me quedó pendiente, y que sigue siendo una inquietud, es cómo lograr que el parque de la Sofo se abra mucho más a la comunidad".
"Antiguamente cortaban un camino y quemaban un galpón, pero ahora hay violencia humana, a la gente le disparan y hemos visto muerte".
"Veo un Gobierno con miedo a la opinión de otros países. Veo un Gobierno con miedo al qué dirán. No somos un Gobierno que nos podamos parar de igual a igual con otros países".