"La gente ha tenido un comportamiento ejemplar al momento de manifestarse"
Con experiencias en el extranjero como observador militar en el Líbano y en Israel, además de su función como edecán de la expresidenta Bachelet, el general de Brigada Patricio Mericq Guilá, llegó el pasado domingo como el nuevo jefe de la Defensa Nacional para Temuco y Padre Las Casas, en el marco del Estado de Emergencia decretado por el Presidente Sebastián Piñera.
Tal experiencia en conflictos de larga data, dice, hace a este oficial del Ejército a tomar una posición de equilibrio respecto a su desempeño en Temuco, durante las manifestaciones que se registran a nivel nacional.
-¿Qué pensó cuando lo designan jefe de la Defensa Nacional para Temuco y Padre Las Casas?
-La verdad es que no fue una situación agradable y me generó una carga especial. Me considero un hombre católico y le pedí a Dios que me ayudara a resolver el problema desde una perspectiva justa para buscar un equilibrio. Así, hemos andado bastante bien y la ciudadanía ha respondido de forma pacífica.
-Autoridades y actores sociales aseguran que en La Araucanía hay terrorismo, sin embargo, ello no se ha hecho patente durante las jornadas de manifestación ¿a qué cree que se debe?
-Yo vengo de Santiago, allá se habla de la Zona Roja, La Araucanía como el punto negro del país, con violencia continua... creo que la Región no se merece esas calificaciones. La gente ha tenido un comportamiento ejemplar al momento de manifestarse. Eso lo debemos destacar. La Araucanía es una de las pocas regiones donde el descontento se ha expresado de forma normal, dando un ejemplo a Chile de como ser civilizado y planteando de buena forma las demandas. Esta es una comunidad que lleva mucho tiempo con conflicto y que no necesita otro más.
-¿Cuál es la observación que hace respecto al movimiento social en Temuco?
-Hay que verlo desde una perspectiva nacional. Lo que ha pasado en Temuco con la violencia ha ido de más a menos. Si bien es cierto han existido manifestaciones, éstas han estado cada vez más cívicas. Esa es la tendencia que tenemos que buscar. El derecho a manifestarse está consagrado en la Constitución, pero el problema está cuando se trastoca el orden público. Si el derecho a protestar vulnera el derecho de otros a circular, hay un problema creo que debe haber un justo equilibrio.
-¿Hay sectores que son más complejos?
-No quiero discriminar tales sectores, pero están identificados y tenemos una mayor presencia en esos lugares y para nosotros no hay sorpresas.
-¿Qué pasa con el uso de la fuerza? Hay cuestionamiento respecto al excesivo empleo de gases y sobretodo por los disparos en la vía pública...
-Los disparos son de verdad, no tenemos armamento de juguete. Inicialmente los protocolos son conminar de forma verbal a las personas que depongan su actitud, luego disuasivos químicos y luego armamento antidisturbios, con balines no letales. Eventualmente, si el personal ve arriesgada su vida se puede llegar a utilizar armas letales. Por lo que le decimos a la ciudadanía que no busquen, ni tienten a la suerte, porque también hay disparos, pero desde el otro lado; por lo tanto el llamado es a que no nos disparen, porque esto puede pasar a mayores. Le pedimos a la gente que se restrinja ya que estamos en un Estado de Excepción. En el momento que ocurren actos de vandalismo o de delincuente, Carabineros y el Ejército deben actuar, es un deber y una obligación.
-¿Cuándo actúa el personal militar?
-Durante la noche la situación es distinta al día, donde no hay actos de vandalismo. Recorro todas las noches la ciudad y veo claramente, por ejemplo, intención de saquear supermercados. Manifestarse con una cacerola es una cosa y destruir paraderos o estaciones de servicio es totalmente otra, una acción delictual. Eso nos obliga a actuar. El llamado es a no generar un enfrentamiento, tanto en lo práctico como en el discurso, de una confrontación entre la sociedad civil y las fuerzas de orden. Carabineros, la PDI, las Fuerzas Armadas, son un reflejo de la sociedad a la cual sirven. Eso somos, gente de carne y hueso que opera con uniforme con el objetivo de proteger a la ciudadanía. Cuando la gente nos agrede, está agrediendo a su familia y cuando actuamos estamos protegiendo a la gente que quiere vivir en paz.
"Lo que ha pasado en Temuco con la violencia ha ido de más a menos. Si bien es cierto han existido manifestaciones, éstas han estado cada vez más cívicas". En el momento que ocurren actos de vandalismo o de delincuente, Carabineros y el Ejército debe actuar, es un deber y una obligación". El llamado es a no generar un enfrentamiento, tanto en lo práctico como en el discurso, de una confrontación entre la sociedad civil y las fuerzas de orden".