Ola de violencia en Colombia: mueren tres policías en un atentado con bomba
CAUCA. El ataque se produjo en una zona donde el conflicto es permanente. El contexto actual conformado por las protestas y el toque de queda, le da mayor realce.
Al menos tres policías resultaron muertos y siete heridos en un atentado con explosivos perpetrado el viernes por desconocidos contra una comisaría del municipio de Santander de Quilichao, en el convulso departamento colombiano del Cauca.
"Aproximadamente a las 9.10 de la noche se presentó un impacto explosivo contra la estación de Policía del municipio de Santander. El reporte es tres policías muertos y siete policías heridos", afirmó a periodistas el secretario de Gobierno del Cauca, Jaime Asprilla.
Este ataque se produjo en un momento de máxima tensión en Colombia por la ola de disturbios y vandalismo que siguió a las protestas del jueves contra la política económica y social del presidente Iván Duque, y que motivaron la declaración del toque de queda ese día en Cali y la noche del viernes en Bogotá. Ante los saqueos y luego de detenerse a 170 personas violando la disposición, el mandatario ayer dispuso que al menos 7..000 milotares se mantuvieran patrullando Bogotá en forma preventiva, mientras en las calles hubo nuevas manifestaciones.
El secretario Asprilla agregó que los criminales instalaron una rampa frente a la estación y desde allí "dispararon los cilindros que cegaron la vida de estos tres policías", aunque no atribuyó a ningún grupo el ataque, del que inicialmente se informó de que era con auto-bomba.
El departamento del Cauca está inmerso en una espiral de violencia generada por las disputas territoriales de distintos grupos al margen de la ley como disidencias de la disuelta guerriilla de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles mexicanos deñ narcotráfico.
La rivalidad entre estos grupos por el control de tierras para el tráfico de drogas hace de este departamento uno de los que tiene un mayor número de cultivos ilícitos en el país, con 17.177 hectáreas sembradas de coca, según el centro de investigación InSight Crime.
La violencia en el Cauca se ensaña con las comunidades indígenas: a finales de octubre la autoridad de la tribu neehwe'sx Cristina Bautista y los guardias Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto fueron asesinados por disidencias de las FARC, que según el Gobierno les dispararon en el caserío de Tacueyó.
Hasta junio de este año, al menos 59 defensores de derechos humanos fueron asesinados en Colombia, diez de ellos en el Cauca.