Frases
"Se solicitará una inyección de 4 mil millones de pesos adicionales".
Sergio Núñez,
"Esperamos tener buen resultado con este camino (Ruta Cuarta Faja), que será una puerta más a la zona lacustre".
Guido Siegmund,
"Se solicitará una inyección de 4 mil millones de pesos adicionales".
Sergio Núñez,
"Esperamos tener buen resultado con este camino (Ruta Cuarta Faja), que será una puerta más a la zona lacustre".
Guido Siegmund,
El ministro de Salud, Álvaro Erazo, comprometió recursos para el Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, envuelto en una crisis por falta de personal y de herramientas técnicas. Desde el Gobierno se informó que se abrirán 400 cargos para fines de 2010 y además se abordará la brecha de personal.
Cerca de las 16 horas de ayer arribaron hasta la desembocadura al mar del río Imperial, en la comuna de Puerto Saavedra, las cuatro balsas de rafting, el kayak y el kataraft que conformaron la caravana acuática que unió Temuco y la costa en la denominada "Travesía del río Cautín", organizada por Cautín Outdoor.
Baltasar Gracián decía, con bastante razón, "Nunca pelees on quien nada tiene que perder". Soboczynski agrega, siempre en torno a la misma idea, "el que nada tiene que perder puede descuidar toda precaución y atacarnos mediante la fuerza bruta. Le da igual sufrir algún daño. Quien no tiene nada que perder está fuera de la civilización. Afortunado el que no se topa jamás con él."
Ya los había visto, deambulaban una y otra vez por los pasillos del Tribunal donde ejercí la magistratura penal. No responden a ningún orden estable, tan sólo a la tiranía de un look que los provee de una desigualdad simbólica, de un estilo que proyecta la dimensión de sus personalidades, de su frenética libertad con la que logran diferenciarse y posicionarse en el circuito de lo marginal.
Se identifican con símbolos urbanos carentes de ideología y de sermón, pero que tácitamente imponen rasgos de rebeldía, agresividad e ilicitud, como respuesta natural, irreflexiva y contestataria frente a un tejido social que les ha sido hostil, injusto e incomprensivo. El chip del resentimiento anida en ellos, tal como ocurre con el ejército que cae vencido y debe ceder aquella parte del territorio nacional que juró defender.
Hoy en día juegan un papel estelar. Algunos pueden reconocerse en televisión, lo que les arranca una sonora carcajada. Sus activas jornadas de falsa gloria se han perpetuado de la mano de manifestaciones legítimas, escondiéndose bajo el manto protector de los Derechos Humanos.
Aunque usted no los haya visto antes, quizá porque no quiso hacerlo, ellos están ahí. Siempre estuvieron. A diario repletan las cárceles y sufren dentro de ellas algo mucho más duro que el infernal encierro. Su primera aparición en masa fue aquel día en que la tierra nos castigó con un nuevo cataclismo, casi diez años atrás. Parecieron surgir de las grietas de sus añosas casas y edificios para tomar por la fuerza un trozo de dignidad barata, básica, elemental. Los daños colaterales no pasaron por el cedazo de su estrecha racionalidad, enfocados en participar en el festín del consumo para el que no parecen haber sido invitados.
Con el correr del tiempo se han ido multiplicando. Su número crece, pero aquello no parece inquietar a la autoridad. Tal parece que ofrecen la alternativa de vender el discurso fácil y conveniente de la represión, cuya materialización encuentra eco en leyes e iniciativas que acrecientan el populismo penal.
En el barrio todo anda bien para ellos. Algunos vecinos les temen y otros tantos les adquieren las codiciadas sustancias que mantienen a raya la frustración y encienden los ánimos. Tal como se viven estos días contradictorios, la mesa está servida para que la tribu exporte sus servicios a otros lugares y juegue el papel protagónico que la vida les arrebató radicalmente. Desde este sitial temporal seguirán dedicándose a denunciar las grandes desigualdades y a defender las pequeñas, en un tono tan o más violento del que se pretenden sacudir. Eso, hasta que la llama de los acuerdos especulativos apague el ímpetu de la protesta y los devuelva a sus dominios, desde donde aguardarán agazapados, esperando la oportunidad para herir al Chile de los otros, el injusto, una vez más.
Si el país muestra cifras preocupantes respecto de las deudas de las personas, esta situación en La Araucanía se vuelve especialmente sensible dada su mayor vulnerabilidad ante las cifras económicas por todos conocidas. Y por cierto con tendencia a agravarse ante la cercanía de Navidad, las vacaciones y los gastos escolares de marzo.
Las estadísticas demuestran que un 36 por ciento de quienes están empleados han dejado de pagar una deuda en el último tiempo, comprobando que se han sobrepasado los límites de endeudamiento y se ingresa así al terreno de la morosidad, de la mano de créditos muchas veces abusivos y de prácticas familiares poco responsables.
Navidad es un bello momento que va mucho más allá del significado material que se le ha estado dando. Viene del latín, Nativitas: nacimiento, una de las fiestas más importantes del Cristianismo al recordar el nacimiento de Jesucristo en Belén, que se conmemora en la Iglesia Católica, la Anglicana y algunas comunidades protestantes.
Estamos en presencia de una noche de bendición, de profunda espiritualidad, que el paso de los tiempos ha ido modificando y transformándola en una instancia de compras, de regalos que suelen ir más allá de las posibilidades financieras de las familias, hipotecando el futuro de las mismas al cancelar intereses leoninos por compras que jamás terminan de pagarse.
Es el momento de reflexionar, de morigerar este afán consumista desmedido y reemplazar esta verdadera avalancha de adquisiciones con una muestra de cariño por quienes nos rodean y la promesa de ser realmente mejores con los nuestros y más generosos con quienes necesitan ayuda y solidaridad. Una mirada distinta hacia el prójimo es la mejor celebración navideña.
Si aun así precisa recurrir a las compras, infórmese con prolijidad acerca de la Carga Anual Equivalente y haga las comparaciones para que sus gastos sean responsables y factibles de enfrentar. Más espiritualidad y moderación en las compras pueden constituir la mejor receta para un mejor futuro de su familia.
Siguen sumándose las voces de los vecinos de la comuna de Galvarino, molestos por el pésimo estado en que se encuentra el puente sobre el río Quillem, que se ha convertido en un verdadero peligro para el tránsito tanto de peatones como de vehículos. Urge mejorar el viaducto, pensando en el constante movimiento diario.