¿No será como mucho?
El músico señor Álvaro López (Los Bunkers), contaba en una entrevista que el grupo se juntó a ensayar una semana antes de la presentación que hicieron en la Plaza de La Dignidad (Ex Plaza Italia), "en una pequeña sala rodeada de edificios y bajo un secretismo que los obligaba a salir cada uno por separado para no levantar sospechas" (sic), en otras palabras, para que nadie se diera cuenta que se iban a reunir para cantar...
Reflexión:
1)Si estuviésemos en los finales de los años 60, y se filtrara que John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr tuvieron que salir separados de un presunto lugar, donde ensayaban, para no levantar sospechas que se iban volver a juntar para revivir a The Beatles... , estamos de acuerdo.
2) O en la actualidad, la misma situación, pero los que salen separados de su lugar de ensayo son Robert Plant y Jimmy Page para no levantar sospechas de que Led Zeppelin está recargando pilas para volver a los escenarios en gloria y majestad, un sueño para sus fans de todo el planeta volver a escuchar "Stairway to Heaven" y "Whole Lotta Love"..., estamos de acuerdo.
3) O lo mismo con John Fogerty, Doug Clifford y Stu Cook de Creedence Clearwater Revival, si ensayaran escondidos y salieran separados, para no levantar sospechas ante una soñada vuelta a los escenarios, superando las diferencias entre ellos..., estamos de acuerdo.
Pero lo del señor Álvaro López y Los Bunkers, ¿No será como mucho?
Luis Enrique Soler Milla
"¿El violador eres tú?"
El abuso contra la mujer ha sido histórico y reiterado, y superó el espacio íntimo (ej: hogar) para extenderse a espacios públicos (ej: oficinas).
Y es que no son pocos los hombres que, en posiciones de liderazgo e influencia, cuentan como hazañas historias de abusos que vieron o realizaron en sus respectivos espacios.
Los mal rotulados machos-alfas-pecho-plateado son los que más han expuesto al género a vejámenes en el tiempo.
Lamentablemente Loncoche no ha sido la excepción; mujeres que, bajo dependencia y subordinación en servicios públicos o en empresas privadas han sufrido silentes las inequidades de superiores por miedo a la anulación, al despido o por una mala concepción de respeto a la jerarquía.
Y es que, a pesar de los avances legislativos (Ley N° 20.005 sobre acoso sexual), y que las otrora "hazañas" pasaron a tratarse como delitos, hay preguntas sin respuestas positivas en la comuna, tales como: ¿cuántos son los casos denunciados?, ¿cuánta credibilidad y respeto tienen los testimonios de nuestras mujeres violentadas?, ¿cuántas investigaciones o sumarios, con juicios concluyentes se han realizado?, ¿cuántos juzgados ha habido como consecuencia de los abusos?
A lo anterior, se suma una preocupación latente, los acosadores perpetúan sus prácticas y perfeccionan sus técnicas abusivas si no son detenidos, tratados y juzgados como corresponde.
Por lo general, su modus operandi fija la atención en víctimas con las siguientes características: mujer, bajo perfil, que no llame la atención; que sea respetuosa ante la figura de autoridad; aquella que por miedo a perder su trabajo no haga ni diga nada. Ante esto, el abusador solo necesita un momento para acometer el acto o la agresión, que puede ser desde frases sugerentes, hasta tocaciones indebidas y sin consentimiento, hasta concluir con violaciones y muertes, llevándolos a casos extremos, pero que lamentablemente existen.
Ahora, ¿qué hacemos cuando una mujer se envalentona, cansada de propuestas indecentes o de algún manoseo impropio, y realiza una denuncia ante su superior jerárquico? Al parecer, en el pueblo, poco… Sobre todo, cuando el abusador goza de privilegios y protecciones. Solo queda una sensación de indiferencia e indolencia, de superiores que, al hacer caso omiso de denuncias, no protegen a la víctima, sino que, al victimario, poniendo en cuestión la validez de la Ley y el valor del género en sociedades posmodernas y hoy feministas.
En esferas públicas, las denuncias deben investigarse con diligencia y sancionarse con rigor, sobre todo cuando nuestras mujeres distinguen el quehacer de una comuna pequeña como Loncoche.
"La mujer no se toca ni con el pétalo de una rosa", decía mi abuela, sobre todo cuando no hay consentimiento o aprobación.
Quizá mi reflexión no será entendida por algunos; quizá será criticada por otros, pero un quizá con el que quisiera concluir, es que hoy, más que siempre la mujer es protagonista de la historia y un pueblo que las valora luchará por exponer los abusos a los abusadores.
Rodrigo Cuitiño Ortiz
Conclusiones
El Costo de No Calidad, que es el ineficiente e ineficaz uso de recursos, en este caso del sector estatal sería mínimo un 10% del Presupuesto Nacional implica Mill USD 7.500 / año. Cada uno saque sus conclusiones en esta parte económica.
El socialismo del siglo 21 es un desastre al igual que los ya obsoletos socialismos reales. Además, el Parlamento europeo en una revisión de la memoria histórica de Europa condenó el comunismo por totalitario y criminal. Dicho Parlamento insta a países miembros a borrar todo vestigio de ese régimen y a Rusia que inicie los juicios de lesa humanidad que no ha hecho contra el comunismo. Cada uno saque sus conclusiones en lo político.
Jorge Porter Taschkewitz