Manzanas de la precordillera se transforman en delicioso brebaje en chichera de Cunco
Un verano especialmente bueno para la elaboración de la chicha de manzana ha sido este de 2020. Así lo aseguran en la chichera cunquina ubicada justo en el inicio de la ruta hacia Melipeuco, que pese a no tener nombre ni letrero, se ha convertido en el epicentro de los amantes de este jarabe frutal y punto de encuentro por 30 años de generaciones de cunquinos.
A la antigua
La casa en la que se encuentra la chichera cuenta con exprimidoras de madera gigantes, donde se transforman en líquido las manzanas que son recogidas por niños, jóvenes y familias del sector.
"No tiene propaganda visible ni nombre propio, simplemente se llama Chichera", señala Jaime Fernández hijo, quien lleva 30 años al pie de las prensas de madera. "Este es un negocio familiar tradicional de la zona, aquí llega mucha gente y vemos como las generaciones van cambiando, ya que vienen desde chiquititos a moler la chicha y con el tiempo, año a año, los vemos llegar en familia", agrega el maestro chichero.
"Nos tocó un año especial, ya que hay mucha manzana, ha sido un verano donde el puelche hizo llegar antes a los clientes", señala Jaime, quien trabaja junto a su padre José Fernández y el sobrino Johan Zárate Fernández, quien desde los 5 años muele las manzanas y es otro de los herederos de esta tradición que entrega alegrías y sabores a la comuna de Cunco.