Desde el regreso a Temuco, después de haber estado por acá en 2013, ha sido toda una odisea la situación particular del portero argentino Sebastián López (34), quien recién arribado a la zona tuvo que interrumpir, tras un día de práctica, el régimen de entrenamientos con sus compañeros porque le confirmaron que en el avión que lo trajo desde Santiago venía una persona contagiada con covid-19.
Primero en cuarentena
De allí que el futbolista tuvo que hacer una cuarentena de 14 días, la que, entre medio, coincidió con la cuarentena general y obligatoria para Temuco y Padre Las Casas, por lo cual no ha sabido más que estar en su departamento, realizar los ejercicios encargados por el preparador físico del Albiverde, Sebastián Matus, y lo demás ha sido ocupar la tecnología para mantener contacto con su esposa y sus dos hijas, que se encuentran en Buenos Aires.
"Nos vamos arreglando con lo que tenemos, lo que está pasando es preocupante para todos y no solo para nosotros, porque no somos los únicos afectados. Esto es día a día, y hay que ir viendo las normativas que se van dando y llegar a buen puerto desde todas las partes", apunta el jugador, en relación a las posibles salidas legales por las que avanzará la regencia del club local, en relación a enfrentar la crisis, producto de la inactividad competitiva y la polémica desatada por Ñublense, el primer club en acogerse a la Ley de Protección del Empleo (ver recuadro).
Verdaderamente aislado ha estado en la capital regional el portero trasandino, detallando que "yo llegué hace 15 días y no tuve más contacto que con Raúl Aredes (gerente deportivo) en Santiago y con él hablo todos los días y me llama para saber como estoy. Son cuestiones que se dan y la realidad es esta".
Optimista
Respecto de si ha sido mucha la mala suerte, desde el inicio mismo de su nuevo contacto con el elenco temuquense, López indica que "uno puede tomarlo como mala suerte, pero es una situación que a uno le toca vivir. En los meses anteriores yo pensaba simplemente en conseguir club, y una vez que estaba acá pasó todo esto. Por un lado está la tranquilidad de estar dentro de un club, con trabajo, pero por otro con una situación extrema que te tiene en esta incertidumbre".
De todos modos es consciente que la situación del futbolista es distinta y hasta privilegiada en relación a otros que se han visto más afectados por esta pandemia.
"Hay gente que la está pasando mal en serio y que se reanude o no el fútbol será cuando tenga que reanudarse y no con partidos a puertas cerradas, por ejemplo", subraya el guardavallas que llega a disputarle el puesto a José Luis Gamonal y que se muestra tan optimista que hasta la vida familiar la ha mantenido gracias a la tecnología.
"Con mi familia están todas las redes sociales activas, todas las comunicaciones permiten un día a día juntos; por videollamadas o por whatsApp estamos siempre en contacto", apunta el formado en Banfield y quien, incluso, llega a ayudarle a sus retoños "con las tareas virtuales, mediante plataformas del colegio o cuando tienen dudas de algunas tareas me llaman y nos ponemos a hacer eso juntos, jugamos, hasta miramos películas y un poco de todo. Así se hace todo más ameno", rubricó el primer futbolista "encerrado" de las filas albiverdes por culpa del inoportuno e indeseado coronavirus.
Cautela por "caso Ñublense"
El primer club de fútbol profesional chileno en acudir a la Ley de Protección del Empleo fue Ñublense de Chillán, el que basado en esa normativa interrumpirá los contratos con sus jugadores para que ellos reciban sus remuneraciones a través del seguro de cesantía, en el primer mes, solo en un 70 por ciento, aunque en el caso de los chillanejos aseguran que el club completará el faltante para mantener el 100 por ciento de los ingresos a sus futbolistas. Estos, sin embargo, no recibieron bien la medida. De hecho, Iván Rozas indicó que "a la mayoría le molestó. Al principio habían dicho que se tomaría otra decisión y avisaron esto. Se tomó de mala manera en el plantel". La dirigencia recalcó que la medida busca resguardar los puestos de trabajo, no solo de futbolistas en el club, en el transcurso de la actual pandemia.