Frases
"Los tiempos nuestros no son iguales que para los otros rubros, tenemos mucha estacionalidad".
Aníbal Gutiérrez,
"Llamamos a la población a prevenir, a mantenerse en sus domicilios y a respetar la cuarentena".
Gloria Rodríguez,
"Los tiempos nuestros no son iguales que para los otros rubros, tenemos mucha estacionalidad".
Aníbal Gutiérrez,
"Llamamos a la población a prevenir, a mantenerse en sus domicilios y a respetar la cuarentena".
Gloria Rodríguez,
El "Plan Retorno Seguro" anunciado por el Gobierno la semana pasada se aplicará de forma gradual y será flexible para adecuarse a las distintas realidades de las regiones y comunas, y también dinámico, para adaptarse a la evolución que tenga la pandemia del coronavirus.
Este cuenta además con tres componentes esenciales. Primero, el retorno de los trabajadores públicos de aquellos organismos que son indispensables para atender las necesidades de la ciudadanía. Segundo, el regreso en el área privada y, tercero, la reanudación de las actividades en los establecimientos educacionales. Las fechas, eso sí, todavía no están claras y tienen que ver con la evolución que se observe en la pandemia en los próximos días y semanas.
Lo preocupante, eso sí, es que en los últimos días se ha visto cómo en ciudades como Temuco y Padre Las Casas algunas de estas obligaciones y recomendaciones comienzan a ser menos respetadas.
En este sentido, es relevante recalcar que las disposiciones de quedarse en casa y mantener otras medidas de distanciamiento físico han suprimido con éxito la transmisión del covid-19 en muchos países, pero la evidencia sugiere que la mayoría de la población mundial sigue siendo susceptible y epidemias como esta pueden volver a encenderse fácilmente.
Es verdad que uno de los mayores peligros que enfrentamos ahora es la complacencia. Por eso, es importante insistir en algunas de las preocupaciones claves, como rastrear la mayor cantidad de casos posibles, asegurar la cuarentena de cada uno de ellos, así como de sus contactos estrechos. Y, algo muy importante, educar e involucrar a todas las personas, para que las medidas de protección realmente se cumplan y no se crea que la denominada "nueva normalidad" signifique convivir exactamente como se hacía antes del inicio de la emergencia sanitaria.
Transmitir aquello a todos los sectores -desde los niños a los adultos mayores- no es una tarea sencilla y obliga a la especial responsabilidad de aquellos que tienen roles de liderazgo, tanto en el mundo público como privado.
El conocido cantautor nacional Fernando Ubiergo se presentará este fin de semana en el Gimnasio del Colegio de La Salle, en Temuco, respondiendo a una invitación realizada por la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de la capital regional.
La actuación -señalaron los organizadores- tendrá "precios populares".
Medio centenar de niños del Colegio Los Copihues del sector rural de Huitag, en las cercanías del lago Calafquén, iniciaron la reconstrucción de su entorno natural y para ello liberaron más de 200 mil alevines de truchas en las aguas del lago Villarrica. La idea es poblar con esta especie el gran cuerpo de agua.
La industria acuicola y las viviendas sin alcantarillado son hoy los mayores portadores de nitrógeno y fósforo, elementos que predominan en la contaminación del lago Villarrica, en la zona lacustre de La Araucanía, de acuerdo con los resultados arrojados por un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Frontera.
Mucho se ha escrito acerca del mundo que nos espera después de que superemos esta emergencia sanitaria mundial. Una parte importante de los pensadores viene sosteniendo que regresaremos a la lógica vital que existía antes de que estallara la pandemia provocada por el coronavirus. En mi opinión, eso no será así.
La integración entre los pueblos ha mostrado un desarrollo acelerado en los últimos años, generando un nivel de interacción y de comunicación como nunca antes lo habíamos visto. Los antiguos paradigmas nacionalistas, que hacen fuerza para sobrevivir en un planeta cada vez más conectado, chocan insalvablemente con la tendencia universal a compartir tecnología, cultura y conocimiento. La evolución natural de nuestra especie nos lleva hacia un horizonte de interrelación profundo, fruto de una nueva conciencia que ha invadido paulatinamente la forma en que pensamos y nos relacionamos, derribando posiciones primitivas como el racismo, la xenofobia y el machismo.
Si repasamos la historia de nuestra civilización, encontraremos que es en épocas de catástrofes, como la que estamos viviendo, cuando las distintas visiones se unen para funcionar como un organismo único, común, integrado. Los hombres, dada la contingencia, hemos comenzado a actuar con un solo propósito: desarrollar la cura para la enfermedad que nos aqueja y desarrollar tecnologías de prevención y control de los contagios. Se trata de una misión de carácter planetario, cuya implementación y desarrollo no se ha visto tan compleja, de momento que el fenómeno de la globalización viene siendo una realidad hace bastantes años. Lo anterior implica que los gobiernos y las personas han abandonado su uniforme individual, aquel traje que nos encapsula en un yo egoísta y distanciado del mundo que nos rodea, colocándonos al servicio del objetivo comunitario.
Me cuesta creer que la actual crisis no nos lleve a repensar el estilo de vida que vivimos y la forma en que aplicamos nuestra escala de valores. El coronavirus bien puede convertirse en el vehículo catalizador que nos elevará un escalón más arriba en la cadena evolutiva, dotándonos de una energía renovadora de paz, solidaridad, fraternidad y amor. El momento es este, la elección es nuestra, los caminos son pocos. El destino parece guiarnos hacia una conciencia superior, respetuosa de nosotros mismos y de nuestras vinculaciones con nuestros pares y con el medioambiente que nos rodea.
El desafío de modificar nuestras conciencias individuales está en marcha, las fronteras entre los países serán cada día más difusas, la imagen satelital de la tierra se hará cada vez más presente ante nuestros ojos, una postal donde solo se reconocen grandes cantidades de agua y algunas porciones de tierra unidas, próximas, sin límites ni divisiones, habitados por seres iguales, hermanos, humanos.
Gonzalo Garay Burnás
abogado y escritor