Nuestro aporte para salir adelante
Cada uno como ciudadano ha tenido el tiempo suficiente de como esta pandemia y los sucesos anteriores en Chile afectaron el presente y el futuro. En este sentido, la consecuencia ha sido que tanto los desórdenes desde octubre y ahora la pandemia han traído pobreza y problemas. Pero de ellos debemos saber salir: se trata de encontrar un camino que nos vuelva a la armonía perdida. Obviamente no corresponde seguir con las violencias y desmanes en la calle. ¿Qué de bueno nos trajo todo eso?, ¿realmente es tan importante redactar otra Constitución?, ¿merecía ello dejar hacer a las hordas todo el daño que hicieron? Y no olvido los ataques guerrilleros en La Araucanía rural.
Y con esto llamo la atención tanto a los políticos de oposición como de Gobierno, así como a cada uno de nosotros. ¿No vale más la pena generar un ambiente de acuerdos y de discusión constructiva? Eso lo creo firmemente. Pero en ello queda ahora que se dé en un ambiente de orden y paz social, en lo cual hay que ser firmes. Tampoco hay que ser irresponsables y volverse descuidados ante el coronavirus que nos exige cuidado y conciencia.
En mi opinión, Chile ha sufrido demasiado desorden y ataques. Es momento de salir de esto, pues estamos en el límite; y el primer paso es que cada uno como chileno asuma su rol de bien. En resumen: pensar en ser y dar un aporte individual para volver a la armonía entre nosotros, con Chile y con la naturaleza.
Claudio Ernesto Zehnder Gillibrand
Grandes opciones ideológicas
Hoy hay dos grandes y decisivas opciones ideológicas: o Lutero en 1517, con la Biblia y sus efectos constructivos para la humanidad; o Marx en 1848, con El Manifiesto Comunista y sus efectos destructivos para la humanidad; cual si observáramos una "pelea de perros grandes".
Ya el siglo XX demostró que no se puede gobernar a toda la humanidad con una sola religión, desde Roma. Error histórico reconocido por el Concilio Vaticano II en 1965, permitiendo a los católicos leer la Biblia, después de casi 500 años. Y, también, que no se puede gobernar a toda la humanidad con una sola política, desde Moscú. Error histórico que resultó evidente con el derrumbe interno de la Unión Soviética en 1991. Ideología que debió someterse a la Declaración Universal de los Derechos Humanos vigentes desde 1948, pero no fue así. De haberse sometido, no hubiera sucedido en Chile lo de 1973. Pero correspondía resistirla, de conformidad a la universalidad del derecho estando ya justamente formulado por la ONU.
El Estado de Derecho Constitucional y Democrático (1776), corresponde al mundo moderno procedente del desarrollo científico-técnico de la presente civilización. El Estado Totalitario que revierte en dictaduras, corresponde a ideologías diametralmente opuestas a esta civilización de la Era cristiana. Ciertamente, la democracia requiere de tres poderes reguladores del Estado: legislativo, judicial y ejecutivo, con representatividad ciudadana en elecciones periódicas y alternancia en el poder. Luego, lógicamente debe haber siempre oficialismo y oposición cautelando el ejercicio de los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la Felicidad, operativos para todos. Pues el Gobierno de un Partido Único es vuelta a la Monarquía; y, ésta, contraria a la República. "Tronos y coronas pueden perecer, de Jesús la Iglesia constante ha de ser…".
Sergio Liempi Marín
En busca del sentido
En estos tiempos de pandemia tal vez nos ayude una pregunta de John Keats:
¿No ves cuán necesario es un mundo de dolores y problemas para educar a una inteligencia y convertirla en alma?
Rodrigo Hernando Díaz
El año de la enfermería
Antes que se vislumbrara la pandemia que cambió nuestra manera de vivir, la OMS había designado al 2020 como el año de las enfermeras en el mundo, destacando su rol de "gestión del cuidado" como un pilar estratégico de los servicios sanitarios, indispensable para asegurar el derecho a la salud de toda la población.
#EnfermeríaAhora fue la consigna elegida por las profesionales para visibilizar los incontables aportes de sus servicios en la promoción, prevención y recuperación de la salud, desde la atención del recién nacido hasta el buen morir, en todo el ciclo vital de los seres humanos, sus familias y comunidades.
La crisis desatada tras la irrupción del covid-19 hizo innecesaria cualquier campaña de propaganda, sus competencias científico humanistas en la primera línea hablan por sí mismas. El mundo les agradece y reconoce su labor insustituible, desempeñada junto a su equipo de técnicos y auxiliares. La sociedad tiene el desafío mediato de resignificar esta profesión con mejores condiciones laborales y adecuada dotación de enfermeras por habitante, acercándonos al ideal que permita entregar cuidados de salud más humanizados, seguros, oportunos, con pertinencia cultural y de alta calidad.
Enfermería ahora.
Carlos Sepúlveda Vergara