Educación online
Una semana atrás por este medio, la Universidad Católica de Temuco publicó una nota señalando que la modalidad online de enseñanza había "pasado la prueba". Sin embargo, solo el día anterior a esa publicación más de 6.800 estudiantes de esta casa de estudios votaron una "Paro Online" debido a las deficiencias que aun presenta esta modalidad para su implementación.
Tras 7 días desde esta decisión, la Universidad Católica ha decidido no hablar con sus estudiantes, sin responder las demandas planteadas desde la Federación de Estudiantes y sin dar motivos para no conversar de medidas que vayan en beneficio de toda la comunidad educativa.
Esta situación nos parece preocupante en un contexto en que son necesarias las más amplias instancias de diálogo y democracia, dejando de lado conductas que tienen más aire de represalias por las decisiones autónomas de miles de estudiantes, que de contribuir a superar las dificultades que vive la educación pública.
Creo que ante una pandemia, las universidades públicas deben ser las primeras en propiciar un diálogo amplio al interior de sus comunidades educativas, escuchando las necesidades de sus estudiantes y aportando en superar la crisis desde la colaboración y no desde el egoísmo.
La educación es pilar importante para superar la crisis sanitaria, y para eso la colaboración es fundamental.
Joaquín Cárdenas Kaechele, secretario general Federación de Estudiantes UCTemuco
Plebiscito
El plebiscito debe hacerse el 25 de octubre. Me refiero al plebiscito para definir si la ciudadanía todavía quiere hacer un plebiscito.
José Luis Hernández Vidal
La nueva normalidad
La decisión de las autoridades de retomar las actividades y labores pre covid-19, tras una cuarentena que ha demostrada eficacia tiene toda lógica, dada las serias consecuencias de su prolongación a mediano y largo plazo.
La cuarentena por su naturaleza establece una enorme limitación a la vida normal de las personas, restricciones que están generando severos trastornos en el trabajo, educación y comercio, entre otros, que se estima serán casi tan graves como la Gran Depresión de 1929.
De ahí deriva el empeño de nuestras autoridades por "reabrir" colegios, supermercados, negocios, y empresas. Por cierto que esta reapertura tenemos que hacerla muy prudentemente, y avanzar midiendo cuidadosamente los resultados de los pasos a dar, diseñando estrategias muy localizadas y especificas a cada situación.
Sin embargo, la actitud de mentes apasionadas y confundidas ideológicamente, que demonizan este esfuerzo como "privilegiar el neoliberalismo sobre la vida", es completamente erróneo.
¿Qué lógica tiene mantener cerrados los colegios de una zona sin casos de infección?, ¿qué apoyo se puede dar a quienes viven de un trabajo diario para mantener a sus familias?, ¿cómo vamos a recuperar miles de empleos perdidos por cierre de pequeños negocios y emprendimientos?
El nombre de nueva normalidad refleja bien esta etapa y con la que tendremos que aprender a convivir hasta que exista una vacuna.
Mientras, nos corresponde a los ciudadanos "de a pie" colaborar lealmente con nuestras autoridades, especialmente las de salud.
Es hora de reconocer el esfuerzo, dedicación, profesionalismo y éxito de la estrategia seguida por el doctor Mañalich y su equipo, a pesar de sus ocasionales "salidas de libreto", que por lo demás son bastante comprensibles en el difícil escenario en que le corresponde desempeñarse.
Manuel José Irarrazaval, U. San Sebastián
Expropiación fondos
Aunque parezca increíble, los senadores Yasna Provoste (DC), Carlos Bianchi (IND), Juan Ignacio Latorre (RD), Alfonso de Urresti (PS) y Alejandro Navarro (PRO), están proponiendo iniciar el debate para la expropiación de los fondos previsionales, por lo que presentarán un proyecto, a pesar de que estas iniciativas son exclusivas del poder Ejecutivo.
De nada sirve el lamentable caso argentino, que luego de la nacionalización de los fondos previsionales del año 2008, tiene a las pensiones pulverizadas por recortes y por la no indexación a la inflación.
Hoy nuestros fondos previsionales están blindados por nuestra Constitución, pero una hoja en blanco para una nueva Constitución puede ser el principio del fin.
Nuestros fondos previsionales siempre han resistido y han salido fortalecidos de las crisis financiera, pero si existe un riesgo real de perderlos desde la arista política.
Eduardo Jerez Sanhueza