Frases
"Los conductores mostraron una buena disposición frente a los fiscalizadores".
Claudio Pérez,
"Esto nace de la necesidad de los docentes por comunicarse con los estudiantes".
Alberto Sepúlveda,
"Los conductores mostraron una buena disposición frente a los fiscalizadores".
Claudio Pérez,
"Esto nace de la necesidad de los docentes por comunicarse con los estudiantes".
Alberto Sepúlveda,
Desde el próximo lunes la Empresa de Comercio Agrícola, ECA, pondrá a disposición de los agricultores de la zona las plantas de secado de sus instalaciones que mantiene en Victoria y que tienen una capacidad de 600 quintales/hora. La intención es prestar un mejor servicio al sector agrícola de la zona.
Fortalecer el turismo en la zona lacustre desde una perspectiva diferente, abordando aspectos económicos, culturales y sociales es el objetivo de los proyectos de investigación que ejecutará la Universidad de La Frontera, y para lo cual contará con el apoyo de la Municipalidad de Pucón y del Instituto EuroChileno de Turismo, Itur.
La Cámara Baja aprobó un proyecto de acuerdo para pedirle al Ejecutivo la paralización de la Consulta Indígena. La oposición logró cuadrarse para votar en favor de la medida que busca dar una señal política contra el Gobierno.
Los parlamentarios oficialistas acusan aprovechamiento e intervención de operadores políticos en la consulta.
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha advertido sobre las medidas preventivas que se deben tomar respecto de prácticas fraudulentas más sofisticadas que se realizan vía internet y que en este período de pandemia se están haciendo más frecuentes en todo el mundo. Ha indicado que hoy es más fácil que los delincuentes se aprovechen del miedo y el confinamiento de las personas, y usen la emergencia para su provecho.
El organismo ya ha recibido denuncias en relación a diversos tipos de estafas, como el "phishing", los supuestos financiamientos u otorgamiento de créditos, ventas falsas de compras en línea, venta de productos falsos o fraudulentos, suplantación de identidad y supuesta ayuda estatal, métodos en los cuales el delincuente cibernético ve la oportunidad de ser creíble para las personas, utilizando la contingencia del coronavirus.
Ha advertido que algunas personas llaman a nombre de organismos públicos, simulando una regularización para la devolución por cobros excesivos en las líneas de créditos y cuentas corrientes, con el fin de solicitar datos personales para luego cometer fraudes. O bien, está el caso del supuesto ejecutivo de una multitienda que llama al cliente informándole que tras una fiscalización del Sernac le corresponde la devolución de seguro y otros cobros indebidos, para los que piden información, hasta que les llega un mensaje informándoles que alguien intentó entrar a su cuenta.
Durante este tiempo también ha aumentado la distribución de correos en línea, en los cuales supuestamente los bancos y financieras anuncian a las personas que tienen créditos aprobados y les piden que ingresen todos sus datos y claves para actualizar la información e iniciar el proceso de entrega del dinero.
El Sernac ha derivado los reclamos y alertas ciudadanas a Fiscalía para que se encargue de su investigación. Es cierto que la banca y las multitiendas realizan fuertes inversiones para protegerse de los ataques que afectan a estas grandes empresas, pero también se requiere que los consumidores en general sean cuidadosos para no revelar sus datos personales y especialmente las claves con las que operan.
¡Gracias! ¿Recuerda usted cuándo fue la última vez que las expresó? ¿Fue hoy? ¿Recuerda a quién y por qué?
¡Gracias! Expresión tan valorada y tan poco brindada. El individualismo que se ha asentado en estos tiempos, estimo, es en buena medida la razón de tan poca práctica. La suficiencia de las personas en sus actuaciones, si no la vanidad han incidido en no expresar de manera graciosa, amable, la satisfacción de un simple proceder del que somos beneficiados.
¡Gracias! ¿Por qué no darlas, por qué negarlas? Lo que hacemos, lo que decimos normalmente tiene un destino, un destinatario, un propósito, es algo natural. Todos lo hacemos, y es un ejercicio que es de ida y de venida, es decir, todos, todos nos beneficiamos de manera directa o indirecta de lo que se dice o decimos, de lo que se hace o hacemos en nuestro habitual departir, compartir o convivir.
¡Gracias! Siempre, sí, siempre las debemos o las quedamos debiendo.
En este tiempo de crisis sanitaria mundial, en nuestro propio convivir, en el de nuestro país, percibo que la expresión de gratitud también está a la baja. ¿Alguna expresión nuestra, alguna acción o reacción nuestra no ha de ser digna de un "gracias"? No creo que todo sea tan malo, o que esté todo mal o tan mal. Nadie es per se malo. Algo, algo ha de merecer un ¡gracias!
Y, aquí va mi reconvención directa. ¿Por qué no dar las gracias? Estimo que más de algo que decimos es merecedor de un ¡gracias! gentil, más de algo que hacemos es digno de un atento ¡gracias! Y ¡ojo! que creo que nada hacemos intencionalmente para aguardar la expresión de gratitud donada.
¿Por qué no dar las gracias? Tantas y tantas ¡gracias! que han quedado silenciadas, olvidadas, mas lo ingrato es aquella expresión de gracias negada o no dada.
Dar las gracias es no solo buen gesto de humanidad, de solidaridad, de compañerismo, de fraternidad, es también el principio de soldar, cimentar lazos sólidos, firmes en una comunidad de personas.
¡Gracias, muchas gracias! ¿Por qué? Porque sí, no hay un único motivo por el cual expresar las gracias. ¡Son muchos los motivos, caramba!
La ausencia de esta expresión de gratitud es más, mucho más necesaria en este particular tiempo de pandemia. Nuestra sensibilidad está tocada, y conviene ser expresivos en gratitud. Hoy se escuchan, se ven y se leen más expresiones que lapidan, denuestan, ensucian, sepultan. Aunque cueste, aunque les cueste, aunque nos cueste, digamos ¡gracias! Dar las gracias es una donación, un regalo, un presente, que no requiere papel ni cinta de colores.
Que no pase de moda dar las gracias. Es hora de cambiar. Estamos todos invitados.
Si han llegado al final de esta columna, ¡gracias, muchas gracias!
Raúl Caamaño Matamala,
profesor
Universidad Católica de Temuco