Académica Ufro analiza los impactos del coronavirus en el espacio doméstico y las relaciones afectivas y sociales
COVID-19. Psicóloga y doctora en comportamiento social y organizacional, Carolina González, indica que la arquitectura de la vivienda es un desencadenante del bienestar.
La pandemia ha venido atacando desproporcionadamente a las viviendas más pobres y segregadas. La encuesta Casen (2017) ya había informado que en Chile un 5,9% de la población nacida en el territorio, y el 20,6% de la población migrante, vive en situación de hacinamiento. Transcurridos casi tres meses de confinamiento, el espacio doméstico es uno de los más afectados por las presiones de la vida en sociedad.
"Es urgente entender el espacio doméstico desde una perspectiva más holística", sostiene la psicóloga y doctora en comportamiento social y organizacional, y directora del Centro de Investigación sobre Desafíos Internacionales Ufro, Carolina González, quien agrega que es "en el hogar, donde convergen las relaciones afectivas y sociales más próximas; se conforma la familia y se habilitan las rutinas. Este ha sido el otros gran escenario impactado por el covid, que ha forzado a los hogares a ir en reemplazo del lugar de trabajo, la sala de clases, la plaza, el restaurant, el gimnasio, la sala de reuniones de la oficina.
la casa
La académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales argumenta que a través de la historia, las epidemias han generado comportamientos que la arquitectura como el diseño han asumido y auscultado.
La casa o vivienda cumple, incluso, una función psicológica tan importante para la identidad de sus miembros, para el sentimiento de seguridad y de pertenencia, que según la psicóloga Clare Cooper, "volver a casa después del trabajo o un viaje, es reencontrarnos con nosotros mismos".
"Dependiendo de estas condiciones, el espacio doméstico puede inducir sentimientos de calidez y seguridad que son necesarios, también favorecer la conexión social, la estimulación sensorial, y la eficiencia familiar", señala la doctora González, quien agrega que "la arquitectura de la vivienda es un desencadenante del bienestar y, puede apoyar el logro de comportamientos deseados, siempre y cuando considere las necesidades sociales y psicológicas de las y los ocupantes.
De acuerdo con lo señalado por la docente Ufro, el espacio construido, "la casa" es una unidad socio-física, que delimita el entorno social y comprende no solo las dimensiones físicas, sino también los significados sociales y afectivos del constructo "hogar". "Ahora lo que está sucediendo es que las casas parecen atender a una perspectiva sociófuga, que nos expulsa fuera del hogar para satisfacer necesidades, en lugar de proveernos de espacios versátiles, que se adapten a nosotros y no al revés", señala la especialista.
En este contexto -dice la doctora González- quienes peor padecen estas estructuras rígidas e insalubres son los niños, cuyo cerebro necesita encontrar elementos locales y naturales que los identifiquen y moldeen su identidad social y cultural, así como activarse y estimularse en un espacio flexible para la creación y la autonomía.
"Lamentablemente, la pandemia ataca desproporcionadamente a las viviendas más pobres y segregadas", asegura la docente, quien agrega que "la encuesta Casen (2017) ya había informado que en Chile un 5,9% de la población nacida en el territorio, y el 20,6% de la población migrante, vive en situación de hacinamiento".
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"Quienes peor padecen estas estructuras rígidas e insalubres son los niños, cuyo cerebro necesita encontrar elementos locales y naturales que los identifiquen ".
Carolina González,, psicóloga y académica Ufro
Las nuevas rutinas vienen cargadas de situaciones que esperan dedicación. "Contestamos llamadas de las jefaturas o colegas mientras cocinamos o ayudamos en tareas de los hijos e hijas; tenemos clases o reuniones virtuales, y esto, a veces, conlleva una invasión del espacio doméstico", señala la doctora González, quien agrega que "los más pequeños irrumpen en esas reuniones y en nuestros momentos de concentración. Los horarios de trabajo o estudio se han desregulado, nuestra casa ya no es el refugio que nos desconecta de las presiones y de la vida pública".
La invasión del espacio doméstico
La realidad impuesta por el covid-19 ha dejado una vez más en evidencia la situación al interior de los hogares chilenos. La ausencia de criterios de habitabilidad para la construcción de viviendas -en su mayoría- bastante limitadas en metros cuadrados y la falta de políticas públicas en el ámbito, se conjugan de mala manera en desmedro de la población.