Este 2020, por primera vez Chile fue parte de la iniciativa global "Telescopios para Todos" de la Unión Astronómica Internacional (IAU) y la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias) por el nodo nacional, que busca distribuir telescopios entre comunidades desfavorecidas de todo el mundo.

El proyecto presentado por la Fundación Chilena de Astronomía (Fuchas) para ir en apoyo de la profesora Nadia Valenzuela de la Escuela Hermanos Carrera, de la comuna de Angol, se adjudicó uno de los 17 telescopios firmados por astronautas y científicos, entre los que se incluyen tres ganadores del premio Nobel. Además, se trató del único proyecto seleccionado del país de 172 solicitudes mundiales.

La profesora

La docente Nadia Valenzuela fue la ganadora del Global Teacher Prize 2019, importante reconocimiento mundial por ser la maestra más innovadora, motivada y que genera un impacto inspirador en sus alumnos.

"Me sentí muy feliz y emocionada con este premio, ya que me permitirá seguir acercando las estrellas a mis alumnos de la Escuela Hermanos Carrera de Angol", señaló la galardonada profesora, quien agregó que "con el telescopio podremos hacer muchas observaciones y salidas a terreno, es una herramienta muy necesaria para motivar aún más a esta generación de niños. Le sacaremos el jugo al telescopio".

Se informó que una vez que la escuela tenga el telescopio en su poder, la Fundación Chilena de Astronomía los apoyará con capacitación y talleres a través de sus colaboradores expertos.

17 telescopios fueron autografiados por figuras de la ciencia y que se repartieron por el mundo. Uno vino a dar a Angol.

En estos tiempos de pandemia, sin duda compartimos las circunstancias y un común destino. No podemos ignorar que el personal sanitario ha enfrentado esta pandemia con valentía, responsabilidad y sacrificio, aún a riesgo personal y de sus familias.

La crisis ha obligado a los estados a tomar medidas: suspensión de eventos artísticos y deportivos, el cierre de las escuelas y universidades, el encierro de la población y el control de su desplazamiento. Lo anterior ha significado alteración de las más diversas actividades sociales y económicas, a escala individual y colectiva. Estas circunstancias nos interrogan y demandan pronta respuesta. Primero: si el virus y sus efectos a la economía son globales, los diversos estados deberían considerar y preferir la cooperación y solidaridad internacional, sin embargo, las naciones más liberales y poderosas han tenido conductas de aislacionismo nacionalista. La solidaridad e integración internacional son indispensables para enfrentar una pandemia que no reconoce fronteras.

En segundo orden, de carácter social: luchar contra el coronavirus ha llevado a decretar cuarentenas y limitaciones de los derechos y libertades civiles, que esperamos sean transitorios y no se establezcan como instrumentos de vigilancia y control de las personas, que la libertad individual es la fuente de la soberanía de los pueblos, necesaria para el desarrollo del espíritu del progreso de las naciones e inspiración de las diversas formas de la cultura y las artes.

Una tercera consideración es el efecto de la crisis sobre la economía y actividades productivas, la pérdida de empleo a muchas personas, con el consecuente daño a las economías personales y familiares. Este hecho demanda de una respuesta decidida y oportuna de parte del Estado, la implementación de políticas públicas y medidas económico-sociales de envergadura, que, atendida la transitoriedad de la pandemia, superada ésta, todos seremos necesarios e indispensables. Ha de tenerse presente: que el hombre es la medida de las cosas.

Otra ineludible observación, es el efecto que ha tenido la paralización de actividades económicas y humanas sobre el planeta el clima y la vida silvestre. Debemos asumir que como humanos somos seres sociales, ciudadanos cosmopolitas, de indisoluble y mutua interdependencia, que cada individuo es a su vez y siempre sociedad. La vida en sociedad significa un comportamiento normado por reglas morales y la permanente consideración de los demás. Ante la interrogante de qué debemos aspirar para el futuro, la respuesta más apropiada sería ser responsable del autocuidado, respetuoso del derecho y de la autoridad, y tratándose de los demás, solidario caritativo tolerante y compasivo, buscando siempre el mayor beneficio del hombre, la explotación racional de los recursos naturales y prevención de daño ambiental.

Óscar Jiménez Leighton

Médico