A no relajar medidas
La relajación de las acciones preventivas en todo el mundo podría explicar el rebrote de la enfermedad. Es evidente que en las últimas semanas muchas personas han hecho caso omiso a los llamados de las autoridades para protegerse.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado hace unos días que la complacencia es la mayor amenaza para los países que están superando la pandemia y advirtió del riesgo de nuevas oleadas del covid-19 en lugares donde se producen concentraciones de personas, en particular durante jornadas de protestas.
El mundo lleva meses inmerso en la pandemia y no es el momento de quitar el pie del acelerador, han expresado representantes de la OMS, junto con reiterar que ven con preocupación lo que ocurre en Latinoamérica, donde hay más de un millón de casos confirmados. Para ese organismo, en América del Sur está la situación más compleja a nivel mundial, aunque esperan que los países salgan adelante, por su larga experiencia en la lucha contra otras enfermedades infecciosas.
Por ello, sugiere no relajar los controles sino que mantenerse fuerte, vigilante, con medidas de salud pública que han sido probadas en otras naciones.
Al parecer, la relajación de las acciones preventivas en todo el mundo podría explicar el rebrote de la enfermedad.
Hace unos días, el ministro de Salud, Enrique Paris, dio a conocer que existe la posibilidad de que en Chile también se registre una nueva ola de contagio de coronavirus, como se ha visto en otros países. Ha dicho que también "la segunda ola tiene que ver con la cantidad de pacientes que quedan sin anticuerpos, por lo que si nos quedamos con pocos pacientes recuperados, vamos a tener una segunda ola".
Luego de más de tres meses desde que llegó el coronavirus a Chile, es evidente que en las últimas semanas muchas personas han hecho caso omiso a los llamados de las autoridades para protegerse, quedarse en casa y evitar salir, para no contagiar ni contagiarse. Se ha informado de infectados que teniendo diagnóstico positivo de covid-19, de todas maneras salen y son sorprendidos en los controles sanitarios en las calles, transmitiendo el virus a otras personas. Otros han infringido las cuarentenas, las barreras sanitarias, toque de queda, las recomendaciones de distancia social o del uso de mascarilla. Con esos comportamientos, las posibilidades de volver a una relativa normalidad se alejan cada vez más.