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-Desde el año 2000 se han hecho grandes transformaciones en el campo del proceso penal, laboral y de familia y ello ha permitido acercar más la justicia a la gente. Extrañamos en laboral y familia la existencia de defensores públicos para atender a la gente más vulnerable. La Corporación de Asistencia Judicial no es suficiente para ello.
-Son evidentes los retrasos en la resolución de causas en el Poder Judicial a partir del estallido social y actual crisis sanitaria. ¿La justicia no estaba preparada para implementar el modelo virtual?
-Al principio el estallido y la pandemia sorprendió al Poder Judicial por no estar preparado, pero luego se lograron adecuar los procedimientos, en especial el trabajo remoto, las audiencias por Zoom. Es evidente que en materia civil hay retraso por la naturaleza del procedimiento, pero las cortes funcionan normalmente, los tribunales penales, laborales y de familia poco a poco se están normalizando con el sistema remoto y teletrabajo. El modelo virtual está funcionando bien.
VIOLENCIA
- ¿Qué opina de la violencia en La Araucanía?
-Para entender la violencia hay que remontarse a la historia. Ya nadie discute que la pacificación de La Araucanía no fue tal. Fue una ocupación militar y como consecuencia de ello se repartieron las tierras a los colonos y personajes de la sociedad chilena. El pueblo mapuche no tuvo los medios ni la oportunidad para reclamar. Se entregaron títulos de merced, muchas veces con el nombre de "reducciones", lo cual significa que eran terrenos acotados. Los Juzgados de Indios realizaron las subdivisiones. En los últimos años se han realizado muchas acciones en favor de los mapuches, en especial las entregas de tierra, becas y otros, con un afán paternalista, pero no se ha cumplido la promesa de un reconocimiento constitucional aun cuando todos están de acuerdo. La violencia, que no comparto, es una forma de recordar que se cumplan las promesas. El pueblo mapuche es pacífico, en su gran mayoría no acepta la violencia como medio de presión.
- ¿Y cuál es la autocrítica del Poder Judicial?
-El Poder Judicial está formado por personas, los jueces son abogados, existen normas para interpretar la ley, pero también existen principios y doctrinas y cuando los jueces resuelven, no pueden dejar a todos conformes, los tribunales cumplen con su labor. Nuestro Poder Judicial es el más transparente y menos corrupto de América Latina. La autocrítica va hacia los pocos jueces que no tienen vocación ni convicciones, solo los mueve la estabilidad económica, pero felizmente son los menos.
LEGADO
- ¿Ser miembro de la masonería influyó en su desempeño como juez?
-La Masonería me ha entregado otros valores que no se enseñan en otras partes, los masones son a la vez alumnos y maestros de sí mismos. A través de la historia grandes personajes que se han destacado en el mundo, han pertenecido a la Orden y es por ello que su pertenencia sirve de ejemplo a seguir. Un buen juez debería ser tolerante, generoso, solidario, alegre, pedagogo, fraternal y líder. Eso se lo debo a mis padres y a la Masonería.
- ¿De qué se arrepiente?
-Los jueces somos humanos y por ello también cometemos errores. De ello nadie está a salvo. Lo más importante es que seamos capaces de reconocer dichas faltas.
- ¿Cuál cree que será su legado como ministro del Poder Judicial?
-El legado es que nuestra conducta sea un ejemplo a seguir, con las virtudes y defectos que tenemos.
- ¿Alguna tarea inconclusa?
-No, he hecho todo lo posible por ser un buen juez y que mis pares me reconozcan como tal.
- ¿El ciudadano debe confiar en la justicia chilena?
-Sí. Tal como he dicho, nuestros tribunales nos dan garantía de su imparcialidad y corrección, porque resolvemos por convicciones y no por capricho o intereses personales.
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