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Emprendimientos
Durante años, hemos conocido ejemplos que refrendan la visión de que el Estado es ineficiente en administrar los recursos o en gestionar servicios. En general, hay acuerdo en que los privados son eficaces y obtienen más utilidades, y numerosos casos así lo demuestran.
Sin embargo, hay un área que ha funcionado en el sentido opuesto, y que, debido a la pandemia del coronavirus ha tomado gran relevancia: el emprendimiento, que en plena crisis sanitaria ha permitido mantener miles de empleos.
Los resultados de los startups apoyadas por organismos públicos arrojan cifras sorprendentes: Por cada peso que pone el Estado en apoyar o incubar un emprendimiento, en un plazo de 5 años, este recibe de vuelta casi 3 pesos en impuestos.
Más precisamente, como IncubatecUfro, la incubadora de negocios de Universidad de la Frontera, aunque buena parte de nuestros ingresos provienen del mundo privado, en 2014 recibimos de parte de Corfo $1.600 millones para apoyar a 45 startups nacionales. Y, a 2019, esto es, cinco años después, los positivos resultados de estos emprendimientos habían entregado al Estado la suma de $4.400 millones en impuestos, por el crecimiento de estas compañías.
Así, con miras a las próximas discusiones presupuestarias es necesario poner sobre la mesa el papel de las incubadoras y aceleradoras para potenciar a las nuevas empresas y el importante rol social y económico que a través ellas juega el Estado, donde la gestión de la innovación, el emprendimiento y el apoyo técnico y financiero adecuado para las startups no son solo patrimonio de los privados.
Claudina Uribe, directora IncutatecUfro
Demasiadas exigencias
Ante la gran preocupación, que manifiesta una persona, a través de las cartas al director de un diario, por la gran cantidad de requisitos que se exigen hoy para postular a un trabajo en Chile, menciona por ejemplo, para "junior", debe tener tíulo de administrador o en contabilidad, le quisiera dar un dato para darle ánimo y tranquilidad.
Que postule a los cargos de alcalde, core, diputado, senador o gobernador, hoy solo le van a exigir para postular a estos cargos, ser chileno, tener cuarto medio y respirar, o sea muchísimo menos que para postular para "junior".
Muy importante, que no se preocupe, si no sabe nada, de cómo hacer estos trabajos, porque le colocan a su disposición un batallón de asesores, para que lo ayuden, y lo mejor de todo, totalmente gratis, ojalá que ahora se sienta más tranquilo.
Luis Enrique Soler Milla
Matrícula en las pedagogías
Mediante la implementación de diversas políticas públicas y siguiendo una tendencia global, nuestro país ha procurado, de forma creciente, dar relevancia a la Formación Inicial Docente (FID) y fortalecer la profesión para proporcionar una mejor educación de las actuales y futuras generaciones.
Por una parte, las entidades formadoras se han sometido a una regulación que apunta a mejorar la calidad de su formación como el Marco para la Buena Enseñanza (2003), los Estándares Disciplinarios y Pedagógicos -cuya segunda propuesta fue presentada al CNED en abril de 2020- o la Evaluación Nacional Diagnóstica. Se agrega a ello el trabajo desarrollado por dichas entidades con el CPEIP y la actual Subsecretaría de Educación Superior, como la reciente Comisión Asesora en Materia de Mejora de la Calidad de la Formación Inicial de Docentes.
Por otra parte, existen iniciativas para atraer -y retener- a los mejores estudiantes a las carreras de pedagogía, así como para dignificar la carrera de los profesores en ejercicio, como el Sistema de Desarrollo Profesional Docente (2016). Sin embargo, y a la par de la reducción de la oferta, observamos una caída sostenida en el ingreso a las carreras de pedagogía. Diversos análisis plantean que se observará un déficit de profesores y educadores en los próximos años, particularmente en educación parvularia y básica.
¿Por qué no ingresan más estudiantes a pedagogía? La mayoría de los jóvenes estudiantes que ingresan manifiestan una incipiente vocación por enseñar, pero, probablemente, la vocación no es todo. Entre las diversas hipótesis, se podría esgrimir que la Carrera Docente aún no se traduce en una señal de dignificación y reconocimiento requeridos para atraer a la profesión. Además, los instrumentos de apoyo fiscal para el financiamiento de la carrera podrían requerir revisiones. Por ejemplo, la Beca Vocación de Profesor (BVP) compite con la gratuidad en las universidades adscritas y no parece capturar más estudiantes destacados, puesto que sigue beneficiando a cerca del 9% de los estudiantes de pedagogías.
No hay razones para pensar que el ingreso a las pedagogías mejorará para el 2021. Para evitar una mayor caída en la matrícula de las pedagogías, es necesario ajustar, aunque sea de manera transitoria, los requisitos para acceder a la BVP en 2021. También es necesario revisar los recursos destinados a Planes de Acceso Especial de Pedagogía, los que, si bien cuentan con aprobación Mineduc, no reciben aportes para promover su generación y garantizar su continuidad y calidad.
Ana Henríquez, decana Facultad de Educación Universidad de Las Américas