Desde que comenzó la pandemia, a comienzos de marzo, se ha hablado hasta el cansancio que las principales medidas para evitar el contagio del temido coronavirus Sars-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19, es el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas y el guardar una distancia de al menos un metro y medio con otras personas. Ello porque acciones de este tipo minimizan los riesgos de que una persona infectada pueda contagiar a una sana.

Sin embargo, preocupa de sobremanera que en La Araucanía se hallan detectado brotes en zonas rurales asociados justamente a la no adopción de medidas tan básicas como el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico, lo que quedó al descubierto tras aparecer en las últimas horas nuevos casos en comunidades rurales de Ercilla y Lautaro, que comprometen la salud de a lo menos 30 personas.

El hecho, de suyo preocupante, alertó a la Seremi de Salud, que activó un plan de trabajo de parte de la Unidad de Salud Intercultural, con la finalidad de incentivar la adopción de las medidas recomendadas por la autoridad sanitaria. Entre las acciones implementadas se encuentran visitas a las comunidades donde se ha conversado con las autoridades ancestrales y dirigentes para solicitar su apoyo en la prevención, toda vez que se detectó una baja adherencia al uso de mascarillas, además de otras necesidades que es necesario subsanar.

Aunque era de esperarse que en las zonas rurales de la Región se advirtiera cierta reticencia a medidas como el distanciamiento físico, dados los factores culturales que imperan en esas áreas de La Araucanía, donde existe una férrea unión entre vecinos y el cariño y respeto hacia el prójimo se manifiesta de manera más cercana, sí cuesta entender que en la ciudad aún existan personas que aún se nieguen a adoptar las medidas que buscan impedir la propagación del virus.

Si bien La Araucanía se halla entre las regiones que han combatido de manera efectiva la pandemia, mostrando alentadores índices y bajas tasas de contagio, de no mediar un respeto irrestricto a las medidas de prevención impulsadas por la autoridad sanitaria los casos de covid-19 podrían dispararse nuevamente, tal como lo sostienen expertos locales.

Por ello, es necesario insistir en que la pandemia sigue activa y es deber de todos colaborar para mantenerse sanos y evitar la propagación de los contagios.

La suma de todas sus acciones llevó al Padre Hurtado a romper el paradigma caridad/limosna que inspiraba a los católicos de mediados del siglo XX para movilizarlos a partir de caridad/justicia social. A 68 años de su muerte, nuestro país en agosto celebra su legado.

La solidaridad cristiana brota del hecho que Dios nos acompaña, nos llama por nombre, de manera particular, individual. No somos para Él una masa de seres humanos, sino personas, hijos suyos con necesidades, aspiraciones, problemas y circunstancias individuales. Esa dignidad es la que inspira la solidaridad hacia toda persona humana, y que hoy está en grave peligro, porque dominan las dinámicas mundiales de una economía y una riqueza carentes de ética. Por eso la solidaridad responde a la necesidad concreta de cada uno de los seres humanos que habitan este planeta, particularmente los más necesitados que tienen nombre y apellido: los pobres y el hambre, frutos del consumismo que nos ha inducido a acostumbrarnos a lo superfluo y al desperdicio cotidiano, al cual a veces ya no somos capaces de dar el justo valor, que va más allá de los meros parámetros económicos.

Por ello ante la actual crisis económica global que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica, que reduce al hombre a una sola de sus necesidades: el consumo. A todo ello se añade, una corrupción ramificada, que ha asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no tiene límites. Y peor todavía, hoy de muchas maneras se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. No se podrá salir completamente si no se pone a cada hombre y mujer, comenzando por los más pobres, en el centro de toda actividad política y económica nacional e internacional, porque son el recurso más verdadero y más profundo de la política y de la economía y, al mismo tiempo, el fin primordial de ambas.

Se trata de ir a las periferias de la humanidad, lo cual implica involucrarnos de manera personal y concreta en la ayuda solidaria a los otros. Es poner a disposición de Dios y los hermanos lo más valioso que tenemos, nuestras humildes capacidades humanas, porque solo compartiendo el don de sí mismos, nuestra vida dará fruto. No es un llamado ideológico de lucha de clases, es el llamado evangélico de ver el rostro de Cristo que se hizo pobre pudiendo haber sido rico, en cada uno de los más necesitados y actuar en consecuencia.

Héctor Vargas,

obispo de Temuco

Cada sábado y domingo en Temuco ha traído un espectáculo artístico y cultural distinto, desde ballet hasta teatro, desde conciertos de orquesta hasta recitales poéticos, todo ello gracias a la puesta en marcha en la capital de la IX Región de la tan esperada Casa de la Cultura, exitosa iniciativa nacida de un grupo de intelectuales locales.

La Araucanía lidera la

producción de harina

La Araucanía es la principal productora de trigo a nivel nacional, razón por la cual los efectos del clima son decidores en la producción, la calidad del grano y el abastecimiento del resto del país. De acuerdo con lo señalado por el seremi de Agricultura, entre el 35% y el 40% del total nacional corresponde a esta Región.

Club Radical lideró listado de picadas de Temuco

Más de 4 mil personas tomaron parte en la elección de la mejor picada de Temuco, organizada por la dirección de Turismo del municipio de la capital regional, debiendo escoger en un listado de 12 restoranes de comida casera.

El primer lugar de esta cuarta versión del certamen gastronómico se lo llevó el Club Radical.