Cuando los aromos adornan de amarillo el paisaje
Quienes han tenido la posibilidad de viajar en los últimos días a la costa de La Araucanía, sin duda que han disfrutado del increíble paisaje, teñido de arriba abajo de amarillo. Marcando un potente contraste con los cielos oscuros y las aguas verdosas de los numerosos ríos que acompañan las rutas de esta zona, los aromos florecidos son los dueños indiscutidos de la naturaleza sureña, especialmente en el tramo que va desde Nueva Imperial hasta el mar, escoltado por el río Imperial y su desembocadura en el límite entre Carahue y Puerto Saavedra.
contraste
En medio de las tardes grises de invierno, el golpe visual de los aromos es fuerte y reconfortante, trayendo un adelanto de la primavera a los paisajes sureños.
El aromo es un árbol espinoso cuyo nombre científico es Acacia atramentaria benth, y dependiendo de en qué país de Sudamérica se encuentre, puede ser llamado espinillo, churqui, churquillo, acacia, garabato negro o mimosa, entre otros curiosos apelativos.
De hoja caduca, el aromo puede alcanzar los 8 metros de altura, su copa es irregular y tiene follaje abundante. Uno de sus rasgos más importantes son sus hermosas flores de intenso amarillo, pequeñas y arracimadas, además de bastante perfumadas.
Este árbol es uno de los preferidos para la ornamentación, debido a su hermosa floración y su agradable aroma. Además, su madera es empleada para construcciones de tipo campestre debido a su dureza. En cuanto a los frutos, estos son empleados para la fabricación de tinta negra y también para teñir cueros y lanas.