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Criado y educado en Padre Las Casas, el contador, diplomado en gestión de empresas y director de empresas Agrotop, Modesto Huenchunao Aburto, es quien lidera hoy la gestión de la Corporación de Desarrollo Productivo de La Araucanía, Corparaucanía. Desde ese lugar, en un año de pandemia y de tensión social, comparte sus impresiones acerca del conflicto que pesa sobre la Región, las cuales parten de la premisa que "la violencia no resuelve el problema de fondo" y que "el Estado no ha tenido la capacidad de resolver".
- Modesto, ¿cuál es su historia familiar? Y ¿cuál es su relación con la cultura originaria?
- El hecho de llevar un apellido mapuche y estar en una posición relevante es una demostración que cuando se nos da la oportunidad de estudiar desde pequeño, tenemos las mismas capacidades de los distintos grupos sociales del país (…). La historia familiar respecto de mi padre y su relación con la comunidad de Juanita Viuda de Huenchunao fue desconocida para mí. He logrado saber, a través de algunos papeles que tenía guardados mi madre, que su ubicación está en el sector Sauce Mallín, cerca del Río Quepe, sector Molco. Mi relación con la cultura originaria ha sido más de espectador, la que he ido descubriendo y respetando en los últimos años, pues no tuve la experiencia de vivir en comunidad. Mi niñez la pasé en Padre Las Casas donde convivíamos todos como iguales, estudiando en la Escuela Misional con los curas capuchinos; mucho estudio y disciplina, e inculcando el valor del trabajo. Desde estudiante me gustó participar. Fui presidente de curso, secretario de cultura del Gobierno Estudiantil del Liceo A-28, perseverante en el estudio, disciplinado y responsable. Por ello recibí algunas distinciones como "El mejor alumno en matemáticas del primer ciclo del Liceo de Hombres N° 1 de Temuco".
- En lo laboral, está ligado a la industria agrícola, en particular a proyectos como Oleotop y Saprosem. ¿Por qué está en este rubro? Y ¿qué tan relevante lo ve dentro del concierto regional?
- En lo laboral, luego de haber sido exonerado político del Servicio de Tesorerías, llegué a la Cooperativa Caprosem Ltda., donde se me invita a trabajar en el Departamento de Administración y Finanzas. Al poco tiempo llego al consejo de administración de la Cooperativa en representación de los trabajadores. Cuando la cooperativa decide terminar con sus funciones, los directores de ese tiempo -y los destaco: Erico Seiffert, Mario Chiffelle, Carlos Dumont, Juan Jalabaert y Jorge Luchsinger Villiger- concluyen que no se puede perder la experiencia que se tenía en la producción de semillas y deciden formar Saprosem Ltda., y me piden que sea su Gerente. Fueron tiempos difíciles, pero teníamos la convicción de que las semillas que se vendían a los agricultores eran de primera calidad. Partimos con muy poco capital, pero confiados en nuestra capacidad de gestión y enfrentados a una situación económica difícil por la volatilidad del dólar en ese tiempo. Logramos permanecer en el tiempo y luego de un feliz acuerdo el año 1999, de invitar a Karina von Baer a ser parte del proyecto, con su empuje y creatividad, de Sociedad Limitada nos transformamos en Sociedad Anónima, luego se fueron creando nuevas empresas y dándole un giro hacia la agroindustria. Hoy podemos decir que el Grupo Agrotop que se compone por Saprosem, Granotop, Avenatop y Oleotop, ha logrado posicionarse en el mercado nacional e internacional, agregándole valor a la producción de avena, raps y, hoy, el lupino.
DESCENTRALIZACIÓN
- En estos días la Región experimenta una nueva espiral de tensión social, ataques y atentados incendiarios, tema abordado en el primer encuentro del miniciclo "Especial Araucanía" que organiza Coparaucanía. ¿Qué emociones mueve en usted esta situación?
- No debemos olvidar que el mundo mapuche ve al Estado de Chile como el invasor; el ganador por las armas en la "Pacificación" de La Araucanía, con el derecho de imponer sus reglas. Eso es lo real. El Estado no se dio cuenta, desde su óptica centralista, que día a día iba creciendo una masa crítica, educada y consciente de que la historia era diferente a lo narrado. Frente a los hechos mi preocupación es que la violencia no resuelve el problema de fondo, y me angustia ver cómo familias mapuches y no mapuches viven con temor en sus propias viviendas, donde se sienten inseguras y el Estado, que debiera resguardar su seguridad, no ha tenido la capacidad de resolver.
- Transcurridos 30 años desde el retorno a la democracia y considerando lo que varios exintendentes opinan, ¿cuáles cree usted son las "promesas incumplidas" en la relación Estado - Pueblo Mapuche que hoy erosionan las confianzas?
- Solo en la historia reciente han pasado más de 30 años desde el acuerdo de Imperial. Obviamente, estamos frente a la administración de un problema y no a la intención de solucionarlo por parte de los distintos gobiernos. Esta situación es un incentivo para un pequeño grupo de dirigentes radicalizados que han hecho de la violencia su forma de presión frente a la indiferencia del Estado en su conjunto, es decir, Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial; forma de presión que no comparto. Ahora, desde nuestra mirada en Temuco, lo vemos lejano, pese a la cercanía física, lo que ocurre en Malleco y en Arauco donde se ha concentrado - qué duda cabe - la mayor pobreza del pequeño propietario rural. Sean mapuche o hijos de colonos que han quedado en el medio del fuego, y que en su tiempo fueron invitados por el Estado de Chile a poblar esas zonas, terrenos que fueron mapuches y el Estado los corrió arrinconándolos en los cerros. La realidad, por fuerte que parezca hoy, sigue siendo un hecho doloroso que en la línea de tiempo fue solo ayer y creo que en la actualidad es lamentable la angustia y desesperanza que están pasando muchos productores agrícolas, principalmente en la zona de Malleco, por sentirse poco protegidos por el Estado.
- Reactivación, acuerdos pendientes y descentralización fue el primer tema del nuevo miniciclo de Corpraraucanía. A su parecer, ¿qué debe suceder primero para estos tres temas funcionen?
- Reconocer que estamos todos afectados por el covid 19. Debemos tener la responsabilidad de obedecer a la autoridad sanitaria y evitar el posible contagio. Ahora, frente a lo particular de La Araucanía, obviamente que los acuerdos pendientes propuestos por la comisión que lideró monseñor Vargas y visibilizados por la Fundación Aitue el 24 de junio de este año en El Mercurio, es muy importante que el Gobierno los agilice y retome la agenda prometida. Creo en el diálogo y hay que buscar las confianzas para lograrlo. Este camino, esta búsqueda, necesariamente debe pasar por una mirada regionalista y descentralizadora, que cuente con el apoyo de los ministros y del Presidente, y por qué no, que empodere a figuras locales, con capacidad real de decisión y gestión sobre los destinos de La Araucanía. Debemos ser capaces de generar esos liderazgos, de la misma forma que el gobierno central tiene el deber de fortalecerlos, públicamente y sin dejar lugar a dudas. Por ello es impresentable que las dos últimas administraciones hayan tenido una rotativa de intendentes. Pienso que la figura del Gobernador Regional podrá tener un mayor contrapeso frente a las políticas nacionales. Confiemos que así sea.
- Siempre se pide apostar por el diálogo. Pero la experiencia local pareciera estar llena de palabras empeñadas que terminan en archivos. ¿Cree que sea posible enmendar esto? O como dice el obispo Vargas ¿sería mejor que las propuestas surgieran derechamente del mundo mapuche?
- Nos presenta un desafío a nivel local el abrirse a otras miradas del conflicto, el de permitir a otras voces incorporarse a la discusión. Si vamos a recuperar confianzas debemos partir por casa, invitando a todos los sectores al diálogo, incluso a aquellos que parecen estar en las antípodas de nuestra postura. A los más cercanos ya los conocemos: hay que acercarse al que está al otro lado y escuchar. La historia de los parlamentos nos enseña que, a lo mejor, se debe avanzar por territorios, ya que se puede llegar acuerdo con algunos y con otros resultará más difícil, pero paso a paso, creo se puede lograr. Por ello valoro lo expresado por don Luis Felipe Gazitúa, presidente de la CMPC, que está en concordancia con lo que señalo. El esfuerzo que ha desplegado monseñor Vargas, a través de la Mesa de Diálogo, ha sido escuchada, se utiliza como ejemplo, pero con ningún resultado, lo cual frustra y crea violencia. Por ello la importancia de los medios de comunicación de tener siempre visibilizado el no avance de las promesas.
- Usted mencionó hace poco que "es fundamental seguir potenciando la industria, el comercio, los servicios y el sector rural" para ayudar a la Región a salir de la situación en la que está, un "sector rural que es mucho más amplio que la agricultura". ¿A qué se refiere con eso?
- Es necesario seguir potenciando la agroindustria, el comercio, porque hoy el mercado exige productos mejor elaborados, no podemos seguir vendiendo sólo materia prima, debemos agregar valor. La capacidad la tenemos y es por eso que productos de La Araucanía están llegando a Latinoamérica, Asia y Oriente Medio. No sólo celulosa, enviamos frutas, berries, avena laminada, lupino, etc. Con la industrialización del raps se produce aceite de canola de muy buena calidad, no sólo para los hogares, sino también para la industria del salmón que sale a todo el mundo.
- ¿Cree que potenciar las cooperativas sería relevante para mejorar la calidad del mundo rural?
- Cuando digo que el sector rural es más amplio que la agricultura, estoy pensando en los microemprendimientos en artesanía, telares, lana para tejer, platería, que a veces se ignoran porque se hacen desde la casa habitación y no hay un mercado para ellos. Deben salir a vender en forma individual, por ello pienso en el cooperativismo, que le permite al pequeño hacer volumen y lograr precios mejores. En este sentido, destacó la iniciativa de la CMPC, con su espacio Fibra Local en Temuco, ayuda al emprendedor a visibilizar su producto.
APORTE
- Modesto, ¿cuál es el aporte de Corparaucanía al mejoramiento de la calidad de vida y al clima social de la Región?
- Casi 20 años creando institucionalidad relevante para abordar sistemática y articuladamente los grandes temas de la Región. En este sentido, el principal atributo de Corparaucanía es su capacidad de reunir a distintos sectores en torno a metas comunes, de convocar para dialogar y aunar posiciones. Valoramos profundamente la diversidad y sabemos que es lo que nos hace únicos como región, como territorio. Y si en algo se ha fallado históricamente es en poner en valor esta cualidad. En lugar de dividirnos debería potenciarnos. Es lo que hemos intentado poner en práctica desde Corparaucanía, levantando, por ejemplo, iniciativas como el Parque Industrial y Tecnológico de La Araucanía, la Fundación AraucaníAprende, Fundación Aitue, Temuco UniverCiudad, o de lo más reciente, proyectos como +Mujeres Líderes y Nuevas Fronteras; el primero abocado a promover la participación de mujeres en roles de liderazgo en áreas clave y por medio del cual estamos contribuyendo a la equidad de género. Y Nuevas Fronteras busca fortalecer la percepción de oportunidades para emprender e iniciar negocios dinámicos en La Araucanía, generando puentes entre los grandes empresarios, emprendedores, las pequeñas y medianas empresas, la academia, y la sociedad civil. Es una muestra de lo que podríamos ser capaces de conseguir generando más consensos. Y nuestra corporación está enfocada en la solución de problemas concretos, a partir del diálogo, el fortalecimiento de las confianzas y el aunar una visión común.
- Viendo vaso medio lleno ¿qué tiene a la mano esta Región para modificar positivamente su presente?
- La Región dispone de una riqueza única en capital humano y de recursos naturales, la gran diversidad cultural y un pueblo originario vivo, que debe hacernos sentir orgullosos a todos los que habitamos acá. Por otra parte, a pesar de las dificultades, como Región hemos tenido la suficiente altura de miras como para generar acciones señeras, que no existen en otras regiones. Porque las debilidades son también grandes oportunidades. Podemos asumir grandes desafíos basándonos en la asociatividad y lo hemos demostrado. Una región mejor debemos construirla entre todos a partir de los debates que surjan y buscando beneficiar a la mayoría.
"Solo en la historia reciente han pasado más de 30 años desde el acuerdo de Imperial. Obviamente, estamos frente a la administración de un problema y no a la intención de solucionarlo por parte de los distintos gobiernos".
"Los acuerdos pendientes propuestos por la comisión que lideró monseñor Vargas y visibilizados por la Fundación Aitue (…), es muy importante que el Gobierno los agilice y retome la agenda prometida".
"Nos presenta un desafío a nivel local el abrirse a otras miradas del conflicto, el de permitir a otras voces incorporarse a la discusión. Si vamos a recuperar confianzas debemos partir por casa, invitando a todos los sectores al diálogo".