Educación y pandemia
Entre los aspectos a mejorar se cuenta el reforzamiento de la efectividad de la educación a distancia y evaluar los aprendizajes que deben recuperarse. El Mineduc y el Banco Mundial detallaron las conclusiones de un estudio que evaluó el impacto de la pandemia en los resultados de aprendizaje.
Recientemente el Ministerio de Educación y el Banco Mundial detallaron las conclusiones de un estudio orientado a evaluar el impacto de la pandemia del covid-19 en los resultados de aprendizaje y escolaridad en Chile, lo cual arrojó una inquietante realidad.
En particular, la investigación estableció que en un escenario donde la interrupción de clases presenciales se prolongue por 10 meses -es decir, todo el año escolar- los estudiantes de Chile podrían perder, en promedio un 88% de los aprendizajes de un año. La situación más preocupante se da, eso sí, entre los niños y jóvenes de menores recursos (que se ubican en el quintil 1), pues ellos podrían perder, en promedio, un 95% de sus aprendizajes; mientras que los estudiantes de mayores recursos (quintil 5), podrían perder un 64%.
En relación a la escolaridad, en el escenario donde la interrupción de clases presenciales se prolongue por 10 meses, la escolaridad ajustada según aprendizaje en Chile podría caer de 9,6 años a 8,3 años, es decir, presentaría un retroceso de 1,3 años. Esta pérdida es superior a la reducción de un año completo porque el cierre de las escuelas no solo impacta en la pérdida de aprendizajes durante el año, sino que también genera la pérdida de conocimientos adquiridos previamente y porque la reducción de los aprendizajes paralelamente dificultará la adquisición de conocimientos a futuro.
Entre los aspectos a mejorar se cuenta el reforzamiento de la efectividad de la educación a distancia. También es necesario fortalecer la capacidad de los colegios para reducir los riesgos de transmisión de la enfermedad. Este último elemento es, sin duda, clave, en el entendido que el coronavirus nos acompañará bastante más tiempo y es probable que en el futuro se tenga que volver a las actividades educativas y laborales con muchísimas precauciones para evitar la propagación de brotes en estos espacios.
Es importante abrir un debate sobre esta materia, de gran importancia para el futuro de toda una generación de chilenos que han debido lidiar con la difícil tarea de seguir estudiando durante la pandemia.