El poeta "azul" que lucha por la justicia desde la paz
El cunquino autor de "De sueños azules y contrasueños" (1995) y "Recado confidencial a los chilenos" (1999), Elicura Chihuailaf, acaba de convertirse en el Premio Nacional de Literatura número 55 de la historia de Chile. Instalado en España, donde lo encuentra la pandemia, comparte sus impresiones acerca del reconocimiento y a lo que lo compromete. Su historia y lo que otros dicen de él lo definen hoy como una voz bilingüe que trasciende, un puente capaz unir culturas y un luchador por la justicia desde un lugar sereno.
Acababa de subir a la planta alta de la casa de su cuñada, ubicada en una localidad rural de Asturias, donde vive su confinamiento desde marzo, cuando recibe el llamado telefónico del Ministerio de Las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile. Una voz amiga "al otro lado de la línea" le dice que la ministra Consuelo Valdés quiere hablar con él.
Así, en medio de un acto cotidiano, sin esperarlo siquiera, el poeta de Quechurehue, comuna de Cunco, Región de La Araucanía, Elicura Chihuailaf Nahuelpán entra virtualmente a la última sesión del jurado del Premio Nacional de Literatura 2020 y se entera que es el ganador número 55 del galardón más valorado por el mundo de las letras en nuestro país, y se convierte en el primer autor perteneciente a un pueblo originario en obtenerlo desde su creación, en 1942, lo que - a su entender - le impone un compromiso muy importante que hoy asume con humildad.
"Nos pusieron en contacto con la reunión en la que el jurado daba cuenta de su veredicto, así que bueno, dije - como había pensado - esta es una puerta que se abre para poder decir algunas cosas, plantear posibilidades de salida para todo este denominado conflicto que genera el Estado y una de las cosas, precisamente, tiene que ver con la poesía, con la palabra poética, que es abordar el gran problema conceptual, porque aquí se habla que los mapuche, que no queremos el desarrollo, pero hace rato nuestra gente, y yo he tomado esa palabra, está diciendo que sí queremos el desarrollo, pero lo queremos con la naturaleza, no contra ella, y que cuando se habla de justicia que se recuerde que la justicia se impuso a la legitimidad, que era la antigua justicia; porque cada quien, las distintas instancias del Estado y del Chile superficial y enajenado que son unos pocos egoístas, van a seguir siempre planteando todo desde sus conceptos unívocos, entonces, es que no quieren la bullada paz que buscan, y ocurre que nuestra gente, entre ella yo, siempre hemos querido la paz, mientras de pronto se quiere ver violencia donde no la hay".
Son las primeras palabras que Elicura Chihuailaf (1952) pronuncia desde España para la comunidad regional, para el Wallmapu, a través de una video conferencia organizada por la Universidad de La Frontera (una de las instituciones que respaldó su candidatura), a solo minutos de recibir la noticia.
En esas palabras se refleja la calidez y la profundidad de su discurso, la misma que transmite a la orilla de la cocina a leña de su casa "azul" familiar y la misma que expresa al alero de un algún auditorio universitario cuando lo invitan a compartir sus letras, tal como ocurrió en el XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, con sede en Salamanca en octubre pasado o cuando libera su nueva creación literaria, titulada "En el azul del tiempo que nos