Elicura Chihuailaf: El Premio Nacional que no puede volver
El poeta, premiado esta semana con el máximo galardón a un autor nacional, quedó varado en Asturias cuando comenzó la pandemia. Desde allá recuerda su ruca y la poesía de la flor del ulmo en Quecherewe.
El teléfono del poeta mapuche Elicura Chihailaf colapsó. Nunca había recibido tantos mensajes en un solo día. Todos sus amigos querían saludarlo, aplaudirlo, abrazarlo, porque fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura de este año 2020, el primero en la historia de Chile en ser otorgado a un poeta que escribe y siente en mapudungún.
El obstetra de 68 años que se dedicó a la literatura y no a las guaguas, la noche del premio brindó. Agradeció por Zoom el premio. Cenó con su familia una comida casera, contestó llamados, se acostó a las seis de la mañana y se durmió a saltos al amanecer. Su premio fue otorgado por voto unánime del jurado. La premiación fue a la distancia, porque el poeta espera desde marzo en Asturias poder volar hacia Chile. La línea área que se suponía debía trasladarlo ha cancelado tres veces su regreso al Wallmapu.
Suya es la poesía contenida en "De sueños azules y contrasueños" (1995), "Recado confidencial a los chilenos" (1999), "El azul de un tiempo que nos sueña" (2020), "El invierno y su imagen" (1977), entre otras obras que huelen a digüeñes y madera ahumada.
El poeta dice que la temprana muerte de su hermano lo marcó profundamente.
Por Cristóbal Gaete
Carlos Valverde