Green Cross vence a Unión Soviética y alcanza su triunfo más recordado
RECUERDOS EN ALBIVERDE. En una actuación gigante, el equipo temuquense derrotó por la cuenta mínima a la poderosa selección europea.
Dentro de todos los partidos que animó Green Cross a lo largo de su historia en Temuco, hay uno que genera especiales lágrimas de alegría y que infla el pecho de orgullo a sus seguidores cada vez que se recuerda.
Ese encuentro no es nada más y nada menos que el que disputó el miércoles 2 de marzo de 1966 ante la Selección de Unión Soviética. El cotejo formó parte de la gira del combinado europeo por Sudamérica, en la previa a su participación en el Mundial de Inglaterra, y lo ganó el cuadro de La Araucanía por 1-0.
La llegada de los soviéticos generó expectación en Temuco, después del triunfo que alcanzaron en Santiago sobre la Selección Chilena por 2-0 y del empate 1-1 que obtuvieron ante Deportes Concepción en la Región el Biobío. Ese invicto en canchas nacionales se esfumó gracias a una presentación gigante del dueño de casa y al gran nivel que exhibieron sus principales nombres.
Hasta las banderas
El duelo se vivió en el Estadio Municipal, que se llenó hasta las banderas. Los registros de la época hablan de la presencia de 31.000 personas en el recinto, aunque los hinchas del Green siempre dicen que la asistencia fue mayor.
Sin espacio para más espectadores, el coloso fue testigo del histórico encuentro, que partió con claro dominio de la Unión Soviética. El elenco europeo tomó el control en base a la impresionante velocidad de sus jugadores y se creó constantes ocasiones de marcar. Sus llegadas encontraron un obstáculo insalvable: Francisco Fernández. El arquero atajó todo, no cometió ningún error y ahogó una y otra vez el grito de gol de los europeos.
Tras una primera media hora de apremio y en la que Fernández tuvo mucho trabajo, el dueño de casa empezó a equilibrar el partido en base al orden, a la técnica de sus jugadores y a su fútbol asociado. Con esa mezcla le bajó el vértigo al compromiso y se las arregló también para llegar al arco de su adversario.
Su alza le entregó un premio que llegó a emocionar hasta el más insensible de sus hinchas: la apertura del marcador. El gol llegó al inicio del complemento cuando el lateral derecho Nibaldo Urra se atrevió a pasar al ataque, ganó línea de fondo y sacó un centro para Edgardo D'Ascenzo. El argentino apareció como un rayo, se coló en área chica para batir al portero Viktor Bannikov y para anotar el tanto más recordado de su paso por La Araucanía.
Después de ponerse en ventaja, el elenco temuquense se replegó con orden para mantener su ventaja y aguantar los embates de los europeos. Esos intentos fueron controlados en primera instancia por su defensa y luego por Francisco Fernández. El arquero no dejó pasar ni el viento, se convirtió en una muralla insalvable y sacó patente de figura del partido.
Espectacular
Tan espectacular resultó la actuación de Fernández, que el portero soviético Lev Yashin -conocido como la "Araña Negra" y considerado por muchos como el mejor cuidavallas de la historia del fútbol- le regaló sus guantes como un reconocimiento a su brillante presentación.
Los reconocimientos también llegaron de parte de los fanáticos del cuadro de la Cruz de Malta, que despidieron a Fernández y a sus compañeros con una ovación cerrada luego de la histórica y recordada victoria.