Por un retorno seguro
La responsabilidad en la conducción de vehículos motorizados es lo único que puede ayudar a evitar accidentes de tránsito.
Cada año durante las Fiestas Patrias el país y la Región lamentan la ocurrencia de accidentes de tránsito, algunos de los cuales tienen como saldo personas fallecidas. Y si bien este año las celebraciones se dan en un contexto muy distinto, toda vez que la pandemia ha obligado a la autoridad sanitaria a disminuir los desplazamientos a través de una serie de controles que impiden salir o entrar a ciertas zonas, lo cierto es que ya se han registrado siniestros vehiculares motivados, algunos de ellos, por la irresponsabilidad de los conductores.
Por ello, se hace necesario volver a insistir en la conducción de vehículos motorizados con irrestricto apego a la normativa vigente. Y es que si bien se aprecia un menor flujo de vehículos desplazándose por las calles de las principales ciudades o rutas intercomunales de La Araucanía, ello puede derivar en otro problema del que ya da cuenta el Ministerio de Transportes, pues al haber un menor flujo vehicular, los conductores tienden a desplazarse a velocidades más altas.
Si a ello se le agrega una conducción imprudente, no atenta a la señalética vial, con conductores que han bebido alcohol o bien hacen uso de dispositivos móviles mientras se guía un vehículo motorizado, el resultado no es muy alentador.
Frente a este escenario se hace necesario volver a insistir en que la responsabilidad en la conducción de vehículos motorizados es lo único que puede ayudar a evitar accidentes de tránsito, lo que más que sentido común, hoy reviste altos grados de responsabilidad, toda vez que el país enfrenta el mayor desafío sanitario en su historia reciente y todos los esfuerzos logísticos, económicos y humanos de la Salud debieran estar puestos en la batalla que se está librando para controlar el avance del coronavirus.
Por ello, exponerse uno y a la vez a otros a un accidente de tránsito, por mera irresponsabilidad, es un acto absolutamente egoísta e irresponsable, más cuando se sabe que casi la totalidad de los incidentes viales son evitables.