Fundación Niños Primero aumenta su cobertura y llega a la Región de La Araucanía
Desde fines de agosto, 50 niños de Galvarino de entre 2 y 4 años tienen educación temprana en sus casas. Se trata de la iniciativa de Fundación Niños Primero que, por medio de un modelo inédito que combina sesiones educativas telefónicas con entrega de materiales de estudio para cada clase por un lapso de 20 semanas, busca impactar no solo en el ámbito cognitivo de los niños más vulnerables, sino también en fortalecer el lazo emocional con sus padres y cuidadores.
"Las medidas de confinamiento y la cancelación de las clases en jardines y colegios ha dejado a muchos niños encerrados en sus casas, muchos de los cuales viven en espacios pequeños y con familias estresadas, lo que aumenta su vulnerabilidad. Por ello, lo primero que pensamos en el equipo fue "no los podemos dejar solos", y por ello, transformamos nuestro modelo presencial de educación a un sistema remoto y logramos contar con apoyo de distintos donantes que nos permitió crecer más que nunca", cuenta la directora de la Fundación Niños Primero, Anne Traub.
"La estimulación temprana y el vínculo afectivo en la etapa inicial de todo ser humano, son fundamentales ya que el cerebro está en su periodo de máximo desarrollo, lo que a futuro se traduce en personas más seguras, resilientes, empáticas y con mayores herramientas para enfrentar las distintas etapas del desarrollo emocional y cognitivo. Por ello, creemos que para reducir la desigualdad debemos partir por la primera infancia", indica Traub.
En concreto, este mes el programa llega por primera vez a La Araucanía (comuna de Galvarino), así como continuará su expansión a localidades como Calbuco, Colina, sector Alerce de Puerto Montt y sector Colonia Río Sur de Puerto Varas, con lo cual, completará presencia en 21 comunas de todo Chile (incluyendo la Región Metropolitana) y beneficiando a un total de 1.350 niños y sus familias.
En el caso del arribo a La Araucanía se escogió Galvarino pues es la tercera comuna con mayor pobreza multidimensional en el país (54,6%). Para ello, contó con el apoyo de Desafío Levantemos Chile.
Crecimiento en chile
en marzo, y con el objetivo de seguir acompañando a los niños durante la pandemia pese a las medidas de confinamiento, la Fundación Niños Primero capacitó a sus más de 50 monitoras y reconvirtió su modelo de atenciones en las casas de las familias beneficiadas -llamado "Padre e Hijo en casa"- para pasar a un modelo de acompañamiento y educación de primera infancia en un formato que mezcla sesiones telefónicas con entrega de material presencial, llamado Familias Power.
Para su crecimiento, la entidad ha logrado ir sumando a distintos donantes, como Jorge Claro, Horacio Pavez García, Juan Cúneo (a través de Fundación Liguria), Patricia Matte (por medio de Fundación Olivo), la familia Del Río Silva, encabezada por José Luis del Río, el empresario Cristóbal Kauffman y el empresario agrícola Jorge Schmidt. También, tiene el apoyo del empresario Pedro Ibáñez e hijos, y las compañías Caleta Bay, Cecinas Llanquihue, Colbún, Transelec, Fundación Isla Tenglo y de Kura Biotec, ligada a Manuel Rozas.
El nuevo programa, bautizado como Familias Power, busca acompañar de manera remota a niños de entre 2 a 4 años durante 20 semanas, a través de juegos y la lectura de modo de entregarles no solo educación de calidad, sino también ayudar a las familias a fortalecer el lazo padre-hijo.
El programa consta de 40 sesiones de 30 minutos cada una, dos veces por semana.
APOYO
Cada familia recibirá en su casa, de regalo, 10 juguetes didácticos y 10 libros; una monitora especialista de Fundación Niños Primero guiará a través de video llamada la sesión de trabajo para que sea la madre o el adulto responsable quien lidere la sesión de trabajo.
Cada familia también recibirá fichas con sugerencias para trabajar con los materiales y así desarrollar habilidades cognitivas y socio emocionales en su hijo.
El seguimiento del programa se está realizando a través de la plataforma EKID y que en 2019 ganó un Premio Avonni, en innovación social.
Esta plataforma permite un exhaustivo control de las visitas y, ahora de las sesiones remotas, que realizan las monitoras. También permite realizar una evaluación del programa y diseñar una actividad final para los niños y sus familias.