Contratista mapuche tras atentado: "Eran como 15 o 20 y con fusiles"
TRAIGUÉN. A Fabián Ancamilla le quemaron una máquina forestal. "No es la forma de reivindicar la tierra", apunta.
"Fuimos emboscados, eran como 15 o 20 y andaban con fusiles. Me quemaron la máquina y ahora quedé cojo, con la faena paralizada. Pero voy a seguir trabajando porque mi trabajo es digno y lo hago para ganarme el pan de cada día sin hacerle mal a nadie".
Son las palabras del joven mapuche que resultó ser el contratista forestal a quien le quemaron una máquina durante la tarde del jueves al interior de una predio de Bosques Cautín, en las cercanías de la comuna de Traiguén.
Fabián Ancamilla Ancamilla (37 años) es nacido y criado en la comunidad mapuche Petrona Paillaleo, ubicada en el sector Guindo Chico, comuna de Los Sauces. Creció viendo los bosques bajo el paradigma de la cultura mapuche y por lo mismo decidió especializarse para trabajar en ellos. Primero fue operador de motosierra y en el año 2012 comenzó a trabajar como prestador de servicio. Tomó el riesgo y se endeudó para comprar dos máquinas y prestar servicios a las forestales: un tractor forestal y un trineumático.
Emboscada
Fue ese último vehículo el que terminó totalmente destruido por la acción de los encapuchados que llegaron hasta el fundo Antofagasta (ubicado en el camino a Los Sauces) y se desplegaron para rodear la faena en donde estaba Fabián con su pareja y otros trabajadores.
"Salieron desde al lado del camino apuntándonos con armas largas, eran fusiles y escopetas. Nos decían "¿¡dónde están las máquinas!?" gritando. Me bajé, mi pareja intentó avanzar unos cinco minutos para avisar al operario de la máquina y mover el trineumático, pero no pudimos", relata.
"Nos dijeron que no intentáramos escapar porque nos tenían rodeados y así era, porque después salieron seis tipos con bidones y le prendieron fuego a la máquina. Eran como 15 o 20. Y no pudimos defendernos, porque ellos andaban armados y nosotros solo estábamos trabajando", agrega el mapuche.
Ancamilla admite que es conocido en la zona y que había recibido "amenazas" por parte de una persona que le comentó que era parte de una organización que lleva a cabo actos de sabotaje contra maquinaria forestal.
"Hay personas que sabían quién soy yo, a qué me dedico y que esa máquina que estaba ahí era mía. Pero para mí son delincuentes, no más que eso, porque esto no tiene nada que ver con la causa mapuche", acota Ancamilla.
Emboscada
El propietario de "Servicios Forestales F. Ancamilla" dice que la quema del trineumático, avaluado en 25 millones de pesos, lo deja de brazos cruzados a él y a otras 50 personas momentáneamente.
"Pero no me cortaron las manos, me pondré de pie y seguiré trabajando, porque lo hago dignamente para ganarme el pan de cada día", cierra.
16:25 horas del jueves ocurrió el atentado al interior del fundo Antofagasta, en la comuna de Traiguén, cerca del camino a Los Sauces.